Los Mossos d'Esquadra y la Policía Nacional han desarticulado este martes la rama española de una organización internacional vinculada al neonazismo y al supremacismo blanco. Se trata de Combat 18, ilegal en Alemania y que en Canadá está considerada grupo terrorista. En España, según la policía, pretendían crear un proyecto neonazi con la intención de actuar según sus objetivos políticos.
Los agentes han realizado catorce registros en diferentes municipios catalanes y también en Madrid, Lugo, Málaga y Toledo. La operación se ha saldado con la detención de 16 personas, 13 hombres y tres mujeres. Combat 18 está considerado como el brazo armado de la organización ultraderechista Blood and Honour, que tiene presencia en varios países y que apuesta por la lucha armada clandestina por conseguir sus fines políticos.
En un comunicado, los Mossos han apuntado que esta organización incita al odio por motivos racistas, antisemitas e ideológicos, y pretende establecer un régimen nacionalsocialista, desestabilizar el normal funcionamiento de las instituciones políticas, sociales o económicas y alterar gravemente la paz pública con el objetivo de preservar la supremacía de la raza blanca.
Bajo la tutela del juzgado de instrucción número 3 de Manresa, los agentes han realizado catorce registros: 10 en Catalunya y cuatro en el resto del Estado. De las 16 detenciones, once se han hecho en municipios catalanes: dos en Barcelona, dos en Lloret de Mar, dos en El Prat de Llobregat, dos en Mollerussa, dos en Sentmenat y una en Sant Boi de Llobegat. Las otras cinco se han hecho en el resto de España: dos en Málaga, una en Lugo, una en Arganda del Rey (Madrid) y una en Ventas de San Julián (Toledo).
Los detenidos se relacionaban con miembros de Combat 18 de otros países, tanto de Europa como de Sudamérica. La actividad principal del grupo se ha centrado en la realización de múltiples reuniones organizativas, captación continuada de militancia, merchandising por tareas de recaudación económica para financiar el grupo, intento de abastecimiento de armas de fuego, planificación de futuras acciones violentas contra personas y bienes, y proselitismo ultraderechista en forma de discursos de odio por motivos racistas, antisemitas, LGTBIfóbicos, xenófobos e ideológicos a través en internet y en grupos de mensajería instantánea.
Combat 18, así como otras organizaciones similares, se adscriben en gran parte dentro del extremismo violento de matriz étnica o racial, también conocido por su nomenclatura en inglés (REMVE), según describen los Mossos. Este extremismo, que traspasaría fronteras, tiene como principal objetivo la preservación y defensa de la raza blanca como eje de cohesión. Y es un paraguas bajo el cual se han registrado históricamente acciones terroristas con numerosas víctimas mortales, entre ellas los atentados de Anders Breivik en Oslo y en la isla de Utoya (Noruega, 2011), el de Christchurch (en Nueva Zelanda en 2019) o el de Jacksonville, en Estados Unidos, el pasado agosto.
La investigación del caso sigue abierta y no se descartan nuevas detenciones. Los detenidos pasarán a disposición judicial en los próximos días.