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Nueve de cada 10 barceloneses desconfían de la monarquía, la cifra más alta de la historia

Ada Colau lució una mascarilla republicana el día que se colgó una foto del rey Felipe VI en la sala de plenos en respuesta a una resolución del Supremo

Lúa Pena Dopazo

22 de mayo de 2022 10:00 h

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Cerca del 90% de los barceloneses desconfían de la monarquía, y esta es la cifra más alta desde que se comenzó a preguntar hace más de dos décadas. De hecho, en 1998 sólo el 44% de los barceloneses mostraba recelos hacia la corona. Así lo indica una encuesta realizada por la Oficina Municipal de Datos del Ayuntamiento entre septiembre y diciembre de 2021, y que recoge el parecer de los barceloneses sobre cuestiones ideológicas, éticas y actitudinales. La desconfianza hacia la Casa Real se enmarca en un recelo generalizado hacia las instituciones, pues solo el Ayuntamiento de la ciudad y la Unión Europea generan, por poco, más confianza que desconfianza.

La encuesta apunta también que la mayoría de los barceloneses se sitúa a la izquierda del espectro político (un 41,1% se considera de izquierdas o de extrema izquierda), aunque al mismo tiempo, cada vez son más personas las que se sienten alejadas de la política, los partidos y las instituciones (más de un 40% no se identifica con ningún partido político). El alejamiento de los partidos es más acusado entre la población que se define como de izquierdas, los más jóvenes y las personas de un nivel socioeconómico bajo.

La creciente desafección hacia la política se ceba con los votantes que se definen a sí mismos como “conservadores” o “muy conservadores”, de modo que casi el 80% de ellos se siente poco o nada interesado en el tema. De este desinterés se salvan sólo los votantes de izquierdas: de hecho, sólo superados por la CUP, los de Barcelona en Comú son los más interesados en política. Ahora bien, desde 2014, son los que más se han distanciado del partido al que votan (la confianza ha caído desde un 13,1% hasta un 9,5% en 2021).

Al mismo tiempo, cae la implicación de la ciudadanía en el tejido asociativo (un 54,1% de los encuestados no pertenece a ninguna asociación o entidad), aunque un 57,3% asegura estar de acuerdo con el socialismo y un 39,3% rechaza el capitalismo.  

Feminismo y migración

Una de las características más llamativas de la Encuesta de Valores Sociales del 2021 es la creciente consciencia animalista. Un 92,7% de los ciudadanos apoya a los movimientos de defensa de los animales, que ocupan el primer lugar, situándose como el movimiento social con más partidarios, por encima del ecologismo, el pacifismo y el feminismo.

Aún así, la aceptación del movimiento feminista también crece, con 72,3% de las personas encuestadas a favor (frente a un 56,2 en 2014 y un 70% en 2018). No obstante, más de un 80% de ellas consideran que la sociedad es machista. Tres de cada cuatro participantes afirman que las posibilidades de éxito profesional de una mujer no son las mismas que un hombre y que las tareas domésticas y de cuidados no están repartidas de manera equitativa entre hombres y mujeres. Las mujeres expresan más estas percepciones que los hombres. 

Además, un 75% de los hombres y casi un 74% de las mujeres considera que tener hijos en la sociedad actual sigue siendo un obstáculo para la carrera profesional de las mujeres. 

La percepción de la inmigración también ha mejorado entre los barceloneses, ya que más de un 90% cree que el impacto de los inmigrantes en el desarrollo del país es “bastante bueno”, “bueno” o “muy bueno”. Y solo un 5,9% defiende que la presencia de personas migradas tiene un impacto negativo. A su vez, casi siete de cada diez piensan que la inmigración ayudará a pagar las pensiones en el futuro y solo una cuarta parte opina que los inmigrantes restan los recursos de los servicios públicos. 

La mayoría de los barceloneses aceptan la diversidad cultural de la ciudad y más del 80% consideran positivo que en un mismo país convivan personas de costumbres y tradiciones diferentes. A nivel de barrio, el porcentaje baja al 65,8% los que prefieren convivir con gente de diferentes tradiciones y costumbres. 

A medida que se baja en los grupos de edad, crece el número de personas que se consideran no creyentes o agnósticas, con una media de 54.7% en la sociedad barcelonesa. Solo un 7% de los encuestados se declara católico practicante, un 26,5% católico no practicante y casi un 11% practica otras religiones. 

Preocupaciones y valores

Los barceloneses creen que la familia, el desarrollo personal y los estudios son los tres elementos más importantes de la vida. En cambio, sitúan la política, los bienes materiales, el dinero y la religión como los menos primordiales. Solo el 21,3% y el 9% considera “muy importante” la política y la religión respectivamente. Desde el consistorio, consideran que pandemia ha aumentado esta tendencia y ha acentuado la apreciación de los aspectos privados. Además, la satisfacción con la propia vida crece y recibe una nota media de 7,9 (en 1998 era un 7,3).

Al mismo tiempo, lo que más preocupa a los ciudadanos de Barcelona son el paro y las condiciones de trabajo, la exclusión social y la inseguridad. El tema laboral sigue siendo la principal cuestión que les viene a la mente a los barceloneses cuando les preguntan por el problema social que más les preocupa (un 27,4% de los encuestados), aunque esta cifra queda lejos del 57% que recogía esta misma encuesta en 2010 y 2014. Más de un 10% respondió que lo que más le angustia es el Covid-19.

El acceso a una vivienda es el cuarto problema que más preocupa a los barceloneses (casi un 15%). Aunque cada vez son más los que consideran justificable el hecho de comprar una casa (63,5%, frente a un 35,3% que no lo justifican nunca) y crecen también los que reprueban el acto de ocupar una casa ilegalmente (66,4%, frente a un 33,1% que consideran que se puede justificar). Sin embargo, crece la aceptación de cierto tipo de acciones como el aborto, la eutanasia o el consumo de drogas blandas.  

En lo referente a los valores sociales, la libertad y la igualdad son los más importantes para los habitantes de Barcelona: así lo consideran tres de cada cuatro encuestados, que los destacan por encima de la seguridad y la privacidad. Además, existe un consenso generalizado contra la violencia, el castigo físico a los niños y la guerra, pues el 91,2% de los encuestados, el 94,3% y el 91,2% respectivamente considera que estos no se pueden justificar nunca. No obstante, se observa un ligero aumento de los que creen que la pena de muerte puede estar justificada (de un 27,9% en 2018 a un 33,1% en 2021). Entre los más jóvenes (15 y 24 años, la cifra asciende hasta un 50%).

La Encuesta de Valores Sociales lleva realizándose de forma aproximada cada cuatro años desde el año 1998. En la séptima edición de la consulta, llevada a cabo el pasado otoño, fueron entrevistados 1.500 habitantes de la capital catalana de entre 15 y 74 años. Todos ellos debían de llevar al menos 6 meses residiendo en la ciudad. Los resultados de dicha encuesta fueron presentados el pasado jueves por el teniente de alcalde responsable de la Oficina Municipal de Datos (OMD), Jordi Martí, y la jefa del Departamento de Estudios de Opinión de la OMD, Marta Isaach. 

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