El fundador de Open Arms, Òscar Camps, ha pedido este lunes ayuda económica para reparar el barco de rescate de migrantes en el Mediterráneo o comprar uno nuevo. “La continuidad del Open Arms está en riesgo”, ha dicho en declaraciones a los medios este lunes. “Hace un día y medio que estamos reparando este barco en medio del mar, en condiciones adversas y con 118 personas a bordo, ahora desembarcaremos y tendremos que esperar una reparación a la que no podemos hacer frente”, ha lamentado.
El mantenimiento de la ONG se hace por las donaciones ciudadanas, ha recordado, por lo que ha dicho que “estaría bien que 200.000 catalanes pudieran dar entre 10 y 20 euros”. “Si no, no podremos seguir”, remachó.
En declaraciones a RAC1, Camps ha explicado que ahora mismo es “poco viable” seguir con los rescates por cuestiones de “seguridad”, ya que “el barco tiene unos 47 años y, tal como está, no puede hacer frente a seguir rescatando náufragos”. “Las continuas reparaciones ya no dan para más, cada vez que salimos de puerto, se demora por reparaciones”, ha afirmado. En dos años y medio el barco ha recorrido unas 59.000 millas, lo que serían unas tres vueltas al mundo.
Desde el viernes el barco está en el Mediterráneo central, entre Malta e Italia, y está a la espera de que se le asigne un puerto seguro para desembarcar 118 náufragos rescatados frente a las costas de Libia, entre los que hay 28 menores solos y dos embarazadas.
El viernes por la mañana, la ONG catalana rescató 44 personas, algunas en un estado de hipotermia grave, después de dos días a la deriva. La embarcación se había quedado sin gasolina y se le había abierto una vía de agua que agravaba aún más la situación. Pocas horas después, hizo un segundo rescate de 74 personas, más complejo que el primero. Entre las personas rescatadas, muchas en estado de pánico total, había mujeres embarazadas, niños e incluso algún bebé.