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El blog Opinions pretende ser un espacio de reflexión, de opinión y de debate. Una mirada con vocación de reflejar la pluralidad de la sociedad catalana y también con la voluntad de explicar Cataluña al resto de España.

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Cazando elefantes

Mariano Rajoy, en el Congreso de los Diputados.

Gabriel Rufián

Diputado de ERC en el Congreso de los Diputados —

Es probable que el muy recomendable No pienses en un elefante del no menos recomendable George Lakoff sea la obra que mejor sirva para entender el actual momento político español. Poco podía anticipar el lingüista cuando la escribió en 2004, presa de la decepción por la derrota demócrata a manos de un Bush que había orquestado la farsa criminal de Irak, que más de 10 años después sus elefantes camparan a sus anchas por la Carrera de San Jerónimo. Pero el lenguaje y los marcos mentales, en política, son mucho más importantes de lo que muchos querrían admitir, ya que con su ayuda hay quien es capaz de trascender una realidad tangible para acabar imponiendo la suya.

Lakoff, en definitiva, nos habla de cómo gana el Poder, el establishment, los malos. Pero, indirectamente, también nos habla de cómo pierde la oposición, el cambio, los buenos. Los malos ganan haciendo que pienses en un elefante, los buenos pierden discutiendo si les gusta o no.

Hoy, en el sur de Europa, hay exclusivamente dos procesos de cambio real. Dos procesos de ruptura, de cambio, revolucionarios, constituyentes. Dos amenazas a un statu quo indigno e indecente. Uno se llama Unidos Podemos y es español. El otro se llama proceso de autodeterminación y es catalán. En muchos sentidos, se parecen. En la apertura de posibilidades regeneradoras, en el cambio de liderazgos, en sus nuevas formas de hacer política. En otros tantos, no.

El principal de estos son los tiempos. Mientras que uno se enfrenta a un PP que gana elecciones en España junto con sus dos filiales, el Grupo Parlamentario del PSOE y Ciudadanos en bloque, el otro se enfrenta a ese mismo Estado y a su maquinaria mediática pero con unas mayorías políticas, sociales y parlamentarias diametralmente opuestas, con un PP prácticamente marginal. Uno cuenta con un largo camino aún por recorrer. El otro está a punto de culminarlo. Uno quiere –y debe– reformar un país en el que se canta el Cara al sol en el entierro de un exministro franquista. El otro quiere ganar un país con un 80% de la población dispuesta a decidirlo frente a las urnas. Uno tiene que ganar a Rajoy, a Susana Díaz, a Rivera y al Tribunal Constitucional. El otro ya lo ha hecho.

Pudiera parecer que ambos movimientos se retroalimentan, ayudan y complementan, pero por desgracia no siempre es así. Principalmente por culpa de insignes revolucionarios que antes que la calle prefieren cúpulas de partidos de puño en alto. Y una de dos: o les sobra el puño o les falta ideología, porque de otra manera no se entiende que se conviertan en un obstáculo para un proceso de autodeterminación de base popular y democrática. No quisiera ser mal pensado, pero a veces parece que el principal motivo de este desprecio al proceso es, simplemente, que no lo lideran. Y eso les recuerda, a diario, que te guste o no, un elefante al final es como es, no como tú quieres que sea.

Hoy Podemos presenta la voluntad de iniciar contactos para hacerle una moción de censura a Rajoy. El primer contacto con ERC ha durado 30 segundos, apenas una hora antes de la rueda de prensa. Pero pese a la descortesía, es tiempo de sobra para decirles: nosotros tampoco queremos a Rajoy, ni al PP ni nada de lo que representa. 30 segundos. Más o menos el mismo tiempo que un Hernando (el del PP) sobrado de confianza ha necesitado para considerar la moción una charlotada. El mismo tiempo que ha necesitado el otro Hernando para anunciar que votarán que no. Al fin y al cabo, las opciones son pocas y están claras: intentar cambiar un estado en el que Rajoy gana elecciones (y gobierna con la ayuda de la Gestora del PSOE y de todo C's) o ganarle en las urnas.

Sí, en las urnas. La única derrota real en el horizonte de Rajoy no es una moción de censura imposible con PPSOEC's, es un referéndum de autodeterminación posible junto a ERC, la CUP y el PDECat, arropados por el 80% del pueblo de Catalunya. Ese es el punto preciso de ruptura del régimen que unos y otros combatimos.

En Esquerra la buena gente de España encontrará siempre un aliado para ayudar a derrocar este régimen corrupto en vuestro país, pero por los mismos motivos os esperamos para ayudarnos a ganar el nuestro.

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