La Diputación de Barcelona es una institución que tiene la finalidad de dar asesoramiento y apoyo a los 311 municipios de la demarcación de Barcelona a través de sus propios técnicos mediante las diferentes áreas corporativas (hacienda, servicios generales y recursos humanos; territorio y sostenibilidad; desarrollo económico local; cultura, educación y deportes; atención a las personas) y otros instrumentos como el catálogo de servicios, las mesas de concertación y los programas complementarios.
Sin embargo, para la mayoría de la población esta administración representa un ente alejado de nuestra cotidianidad pesar de que las políticas que se desarrollan afectan a diario nuestra realidad. Hablamos de una administración alejada pero también de una administración considerada para muchas opaca y con una falta de transparencia evidente. Lo que sólo era una intuición, una consideración, se ha convertido en una realidad después de 9 meses de conocerla en primera persona.
Pocos días después de llegar a la Diputación de Barcelona recibí dos anónimos en el despacho del Ayuntamiento de Barcelona explicando cuál era la situación que se había vivido en los últimos años en esta institución pública. En estas cartas se explicaba cómo se habían colocado de manera natural cargos a dedo sin ningún inconveniente desde los diferentes partidos que habían gobernado y de la oposición, así como diferentes entramados con nombres de personas concretas que denotaba una manera de funcionar alejada de lo que entendemos que debe ser cualquier institución pública. Asimismo, pocos meses después de nuestra entrada también empezamos a conocer diferentes casos de abuso de poder y supuestos acosos laborales que actualmente estamos investigando para desarrollar las acciones correspondientes tanto a nivel legal como político.
Como la casa es grande y la caja más –hay que tener en cuenta que la Diputación de Barcelona gestiona anualmente más de 1.000 millones de euros– enseguida vimos que nos encontrábamos con una institución que en pocas ocasiones ha rendido cuentas de los múltiples gastos innecesarios que se han ido produciendo a lo largo de estos 30 años y que ha actuado con total opacidad y a espaldas de la transparencia en sus acciones.
Asimismo, hay que hablar y dar a conocer el elevado coste de todos los altos cargos políticos y una estructura de pirámide inversa con un alto número de cargos en comparación a la plantilla de técnicas –que va en aumento– así como la falta de unas buenas condiciones laborales para un alto número de trabajadoras de la propia Diputación que llevan años luchando por sus derechos.
Así pues, en la Diputación de Barcelona nos encontramos con unas superestructuras innecesarias en la mayoría de áreas y ámbitos, de la misma manera que encontramos un elevado número de puestos de mando muy valorados y no siempre necesarios. Hay que tener también presente que los funcionarios de carrera de la casa no han tenido opción de ocupar más plazas de responsabilidad ya que siempre se han colocado en ellas a personas afines a los partidos del gobierno. Un ejemplo de esto es lo que ocurrió con la secretaria del anterior presidente de la Diputación; esta era interina, de hecho su nombramiento inicial fue cuestionado por la oficina Antifraude, y como consecuencia de este cuestionamiento se convocó un puesto ad hoc como técnica de auxiliar de relaciones externas, que finalmente terminó ocupando.
Hay que tener en cuenta que a pesar de la bonanza económica de esta institución y la falta de pudor a la hora de colocar personas a dedo, existe un gran número de puestos de trabajo estructurales cubiertos con personal interino. Este personal lleva años reclamando sus derechos ya que los hay que hace hasta 10 años que están trabajando en la misma tarea, ocupando puestos nítidamente estructurales y necesarios para el funcionamiento de la propia administración.
Desde la CUP-Poble Actiu entendemos que una de nuestras funciones en las instituciones –y aún más en las supramunicipales– es destaparlas y explicar cuál es la realidad de su funcionamiento cotidiano para despertar el espíritu crítico del conjunto del pueblo y de manera paralela generar un contrapoder popular al margen de sus instituciones que nos permita dotarnos de herramientas entre todas para garantizarnos una vida digna. Es por este hecho que necesitábamos aglutinar esfuerzos para construir un espacio donde se pudiera dar a conocer esta realidad. Para construir este espacio creímos imprescindible tener en cuenta las trabajadoras que llevaban muchos años en la casa; también las organizadas en el único sindicato combativo existente en la Diputación de Barcelona –la CGT– y finalmente con las compañeras del Observatorio Ciudadano que han abierto las puertas de diferentes ayuntamientos.
Finalmente, después de meses de trabajo, el pasado 17 de febrero en el Colegio de Periodistas de Catalunya presentamos el Observatorio Ciudadano de la Diputación de Barcelona. Este espacio nace precisamente con la voluntad de explicar cuál es el funcionamiento de la Diputación. Nace para poner luces y taquígrafos a una de las administraciones públicas que gestiona la cotidianidad de nuestro territorio con más opacidad y al mismo tiempo para dar respuesta a las diferentes demandas y dudas que el conjunto de personas de la demarcación de Barcelona nos quieran hacer llegar.
Hay que tener en cuenta que después de un debate cuando se estaba conformando el mismo Observatorio se decidió que todos los partidos y sindicatos que durante 34 años han sido cómplices y han alimentado esta manera de funcionar no pueden formar parte de manera directa Observatorio Ciudadano de la Diputación de Barcelona hasta que no hayan rendido cuentas públicamente de sus actuaciones al tiempo empiecen a cambiar sus modos de funcionar.
Lo defendemos por una cuestión de ética pero también de confianza: si nos empiezan a llegar diferentes casos de posibles malas praxis y corrupción –como está pasando– no sabemos cómo podrían reaccionar. Así pues, a los que durante estos 34 años de forma directa o indirecta ha sido responsable y cómplice de este funcionamiento opaco, no podemos depositarles nuestras confianzas, ya que podrían utilizar esta información para protegerse a sí mismos.
Finalmente, esperamos que el Observatorio sirva para que todas las personas de la demarcación de Barcelona y de todas partes nos hagan llegar consultas que tramitaremos para que la propia administración responda, al tiempo que podamos dar a conocer la estructura y el funcionamiento de este ente, las luchas que están llevando a cabo las trabajadoras y los diferentes casos de supuesta corrupción y malas praxis que podamos ir descubriendo; del pasado y del presente.