La crisis sirve para todo. Es la excusa perfecta del Gobierno de la Generalitat. Siempre que toman una medida drástica que afecta al Estado del Bienestar Artur Mas recurre a la frase que hizo célebre Margaret Tatcher: “There is no alternative” (No hay alternativa). ¿Realmente no hay alternativa?
Los políticos que gobiernan, tanto en Cataluña como en España, utilizan la crisis en función de cómo les interesa para justificar sus decisiones aunque sean totalmente contradictorias. A menudo cuentan con la ayuda de algunos medios de comunicación que guardan silencio en las cuestiones realmente trascendentes, mientras dedican horas y horas a las guerras dialécticas entre políticos de las cuales los ciudadanos están tan hartos.
¿Qué pensarán los estudiantes?
La semana pasada se conoció el anteproyecto de ley que ha redactado el Gobierno para satisfacer las demandas de los inversores del complejo de casinos Barcelona World, el proyecto que se sacó de la manga Mas al ver que perdía la lucha por Eurovegas. La publicación coincidió con la semana en que 30.000 estudiantes comenzaban la selectividad con el objetivo de conseguir la mejor nota posible para entrar en la facultad que escogerán los próximos días.
“Que hay crisis es un hecho objetivo, y que el Gobierno tiene claras sus prioridades, también”. No hay duda, por mucho que intenten hacerlo creer a los ciudadanos, de que esto no es así. El anteproyecto de ley tiene como principal objetivo bajar la tributación de los seis casinos que se construirán en Barcelona Word. La tasa pasará de un máximo del 55% al 10%.
Esta rebaja entrará en vigor justo el día que comience a operar el primero de los seis casinos que tendrá el BCN World. Actualmente Cataluña tiene cuatro: Barcelona, Lloret, Peralada y Tarragona. Estos centros del juego lógicamente también se verán beneficiados por la medida. Con la excusa de la crisis el Gobierno justifica la creación de BCN Word para dinamizar la economía del país y porque creará puestos de trabajo. Es un discurso fácil y eficaz de cara a la opinión pública. Pero ¿qué intereses hay detrás para sacar adelante un proyecto que no hará de Cataluña el centro de excelencia al que a menudo hace referencia Mas?
Dinero fácil antes que conocimiento
El Gobierno, si ha de elegir entre juego y educación, por poner un ejemplo, lo tiene claro: juego. Leyes hechas a medida de inversores de dudosa reputación como Enrique Bañuelos o el magnate Stanley Ho. Mientrastanto, se recorta en las universidades públicas y se suben las tasas universitarias dificultando el acceso a la formación a las familias que más afectadas están por la crisis.
El Gobierno tiene legitimidad para subir y bajar las tasas que considere oportunas y para priorizar el juego en la educación, pero debería ser valiente y decir las cosas por su nombre. Los ciudadanos lo agradecerían y probablemente el Gobierno, a la larga, también. Porque las mentiras suelen pasar factura. Por cierto, ¿qué clase de país independiente quiere construir el Gobierno de Cataluña? ¿El del dinero fácil o el del valor añadido? ¿Quiere hacer de Cataluña un país de referencia o un país con los vicios de otros a los que tanto suele criticar?
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