Viendo a Adolfo Suárez Illana apoyar a Mariano Rajoy en actos de campaña electoral, es inevitable recordar cuál fue el papel del PP durante la Transición. Sobre todo, por la vindicación que se hace de su aportación en este singular proceso de cambio democrático y del llamado “espíritu de la Transición”.
Es inevitable preguntarse, incluso, si el hijo del antiguo presidente del Gobierno es consciente de cómo Alianza Popular -el nombre primigenio del partido- se comportó durante el proceso de cambio y ante su conductor.
Es bien cierto que Adolfo Suárez González apoyó a su hijo cuando fue, en 2003, candidato a presidente de Castilla La Mancha por el partido entonces liderado por José María Aznar, al que se había afiliado. Ya lo habían hecho antes antiguos dirigentes de Unión de Centro Democrático, muchos más de los que habían pasado en el PSOE o habían seguido al líder en la aventura efímera del Centro Democrático y Social.
Pero asociar el Partido Popular con el espíritu de la Transición contrasta con una trayectoria que se puede resumir brevemente en algunos hechos indiscutibles.
1) Alianza Popular es un partido fundado a finales de verano de 1976 por un grupo de ex ministros de Franco, bajo el liderazgo de Manuel Fraga Iribarne, que había esperado ser el sucesor de Carlos Arias Navarro en la presidencia del Gobierno, a primeros de julio. El rey Juan Carlos prefirió al poco conocido Adolfo Suárez González, que en el gobierno anterior había sido ministro secretario general del Movimiento.
2) Fraga y otros miembros del gobierno cesante, también fundadores de AP, se opusieron a la amnistía dictada por el rey en el estreno del gobierno Suárez, aunque quedaran excluidos los delitos de terrorismo. Bajo el gobierno Arias, las peticiones de amnistía fueron rechazadas y perseguidas policialmente cuando se hacían por medio de manifestaciones.
3) Alianza Popular estrenó agrupando más de un centenar de procuradores en Cortes y consiguiendo que la regulación electoral de la ley de reforma política asegurara el predominio de las zonas rurales en el Senado -cuatro senadores por provincia, al margen de las diferencias de población- y un reforzamiento de su peso en el Congreso de Diputados para frenar la izquierda de las grandes ciudades.
4) Alianza Popular discutió la legalidad de la presentación de Suárez en las elecciones de junio de 1977 encabezando la coalición Unión de Centro Democrático.
5) Alianza Popular se opuso a la legalización del Partido Comunista de España y abonó la respuesta negativa del Ejército.
6) El resultado de todo ello fue la derrota estrepitosa de unas candidaturas netamente franquistas. AP quedó en cuarta posición en las primeras elecciones, con sólo el 8,21% de votos y 16 diputados, por detrás de UCD, PSOE y PCE.
7) AP se abstuvo en la votación de la amnistía definitiva en el Congreso de Diputados, el 19 de octubre de 1977, a pesar de incluir a los funcionarios franquistas y impedir el reingreso en el Ejército de los condenados por su pertenencia a la Unión Militar Democrática.
8) AP se abstuvo en la firma de la parte política de los Pactos de la Moncloa, en octubre de 1977.
9) En la votación parlamentaria de la Constitución, en noviembre de 1978, 5 de los 6 votos negativos fueron de miembros de AP, así como 3 de las 14 abstenciones.
Todos ellos son hechos bien conocidos, pero quizás no lo suficiente recordados. He aquí la Transición del PP.