Nueva ronda de declaraciones de agentes de la Policía Nacional por su actuación el 1-O. Por primera vez ha declarado un policía que no forma parte de los antidisturbios sino de la brigada de información, que el día del referéndum fueron los encargados de entrar en los colegios e incautarse de urnas y papeletas. Antes de entrar en el colegio, este agente propinó un puntapié a un anciano que se encontraba en el suelo, tal y como recogen los vídeos mostrados durante su comparecencia.
Según fuentes presentes en el interrogatorio, el agente ha justificado la acción porque tenía que pasar para acceder al colegio e hizo un “gesto” para “apartar” al hombre. Las acusaciones, por contra, ven totalmente innecesario el puntapié. En declaraciones a los medios tras los interrogatorios judiciales, el abogado de la acusación popular que ejerce el Ayuntamiento de Barcelona, Xavi Muñoz, ha indicado que el agente ha reconocido la acción y la ha enmarcado en que, tal y como también recoge el vídeo, había tropezado instantes antes.
Al quedar “relegado” de sus compañeros que continuaban hacia el interior de las Escuelas Pías de Barcelona, el agente ha explicado que “hizo un gesto con el pie para apartar” al anciano, ha añadido.
En línea con sus compañeros que declararon hace un mes, tres de los antidisturbios que el día del referéndum llevaban escopeta de balas de goma en el colegio donde un hombre perdió la visión de un ojo han justificado el uso de este instrumento policial contra los concentrados porque les amenazaron con “acorralarles”. Según fuentes judiciales, los agentes han llegado a comparar la situación en los aledaños del colegio Ramon Llull con la protesta del 20-S en la conselleria de Economía.
Fuentes consultadas han explicado que estos agentes, que actuaron en la escuela Ramon Llull de Barcelona, han asegurado durante sus declaraciones que se sentían “secuestrados” cuando un grupo hizo una sentada frente a los furgones policiales para impedir que se movieran, y que les lanzaron material de obra, conos y otros objetos.
En declaraciones a los medios, la abogada del Ayuntamiento Laia Serra ha explicado que la justificación de todos los agentes que han declarado por la actuación en la escuela Llull es que fueron sometidos “a una situación de beligerancia, hostilidad y agresividad por la masa” y que esto justifica el uso de material antidisturbios, como las balas de goma. Los tres agentes que han declarado este lunes se han situado en la acera contraria de la calle Sardenya a donde Español recibió el impacto de una bala de goma, lo que para Serra “ayuda a definir el círculo de posibles autores”.
Precisamente, para el próximo viernes estaba prevista la declaración de Roger Español como afectado y también como investigado por haber lanzado una valla a un agente, pero finalmente se ha aplazado porque podía ser “complicado” por las protestas ante la celebración el Consejo de Ministros en Barcelona, y se ha fijado para el 21 de enero.
También ha declarado este lunes un agente de la Policía que presuntamente agarró por la oreja a un votante de la escuela Prosperitat (también en la ciudad de Barcelona) causándole lesiones, pero el agente ha dicho que no estuvo en el punto donde se produjo la agresión y que no hubo situaciones de violencia. Y otro agente denunciado por un ciudadano por golpearle dentro de la escuela Llull ha dicho que hizo un movimiento para ganar espacio y un movimiento defensivo sin intencionalidad lesiva.