Barcelona celebra el primer debate electoral donde ningún político puede mentir
Un debate en el que ningún candidato pueda aportar datos falsos. Este era el objetivo del encuentro celebrado este miércoles en la Universitat Pompeu Fabra (UPF) entre miembros de las distintas candidaturas que se presentan a la alcaldía de Barcelona y que ha organizado la agencia de fact-checking Verificat junto a la asociación juvenil de la UPF deba-t.org. Antes de participar, todos los grupos tuvieron que enviar a la organización los datos que se utilizarían en el debate bajo un estricto acuerdo de confidencialidad.
La información facilitada se contrastó, al menos, con dos fuentes distintas, y finalmente se calificó como verdadera, engañosa, falsa o no comprobable. La intención, según explica la codirectora de Verificat Alba Tobella, era demostrar que se puede tener un debate “abierto, democrático y honesto” entre las distintas posiciones “sin necesidad de manipular la realidad”.
Aun así, los registros de datos llegaron a ritmos distintos. Según explican desde la organización, ERC Y Barcelona en Comú fueron los primeros en enviarlos. El PP los mandó el martes por la noche, pocas horas antes del debate.
“Hay partidos que han sido super específicos y han mandado siete páginas con cifras muy concretas”, explica Tobella. “Otros en cambio no han sido tan concretos porque quieren basar su discurso en base a la retórica (con promesas de futuro, por ejemplo) o partidos con poco compromiso que no nos han enviado nada hasta ayer”.
En el debate, han participado representantes de los todos grupos con representación en el pleno del Ayuntamiento de Barcelona: Ester Capella (núm. 3 d’ERC), Paula Añó (núm. 6 de Valents), Xavier Marcé (núm. 11 del PSC), Jordi Martí (núm 2. de Barcelona en Comú), Victòria Alsina (núm. 4 de Junts), Marina Bravo (núm. 3 de Ciutadans) i Tomás Ragué (núm. 8 del PP).
El moderador, Bernat Lleixà, presidente de deba-t.org, ha formulado dos preguntas, una sobre el programa económico y otra sobre cuestiones político-sociales, a cada uno de los candidatos. Estos contaban con un máximo de 5 minutos para responder.
El equipo de fact-checking ha hecho verificaciones ex-ante y durante el mismo debate cuando los participantes han ofrecido datos incorrectos, o incluso no verificados. En un momento del debate, por ejemplo, la representante de Valents ha criticado que se “generalice” diciendo que “todos los hombre son violadores” y ha añadido que el 90% de los hombres no ha pegado nunca a una mujer. Los fact-checkers han precisado al público que no podían verificar este porcentaje porque los datos sobre violencia machista se contabilizan con el número de denuncias.
A pesar de que los partidos habían mandado antes los datos que iban a utilizar, algunas formaciones han aportado nuevas referencias que no habían transmitido para su previa comprobación, como por ejemplo el precio de la electricidad o el número de Mossos d'Esquadra que hay en Barcelona. También ha habido un notable baile de datos sobre las cifras de vivienda pública en Viena, otro dato que no se había mandado para su verificación. En estos casos los verificadores han anunciado que lo comprobarían durante los próximos días.
Las valoraciones del experimento son positivas. “Eventos como este permiten acabar con la sensación tóxica de que todos los partidos mienten y hacen que la ciudadanía y el electorado vuelvan a confiar en la política”, asegura Tobella. Desde la entidad que lidera también han creado la base ‘Barcelona en dades’ y han analizado los discursos de campaña de los candidatos a la alcaldía “para detectar los temas con los que están frecuentemente haciendo declaraciones falsas o engañosas”, cuenta Tobella.
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