El nuevo Gobierno de Pedro Sánchez salido de la moción de censura tendrá en Meritxell Batet (Barcelona, 1973) su ministra para Catalunya. La nueva responsable de Administraciones Territoriales y política autonómica encontrará en la carpeta catalana su primer reto, con la reforma de la financiación autonómica en el horizonte, pero su perfil federalista es ya una primera señal justo un día después de la designación para Exteriores de Josep Borrell, fuertemente criticado por el secesionismo.
La última operación diálogo, encabezada por la exvicepresidenta del PP Soraya Sáenz de Santamaría en 2016, fue un fracaso. Dos años después, Batet será una de las protagonistas de poner letra a la música de negociación que suena tanto de las intervenciones de Sánchez en la moción de censura como en los discursos del president de la Generalitat, Quim Torra. A priori, las posturas están alejadas: Sánchez se ha comprometido a “restablecer los puentes rotos” siempre dentro de la ley, mientras Torra en Barcelona y Puigdemont en Berlín siguen apostando por desplegar “el mandato” del 1-O y de la república catalana.
Un primer mensaje de conciliación lo lanzó Batet este viernes al afirmar que la supervisión de las cuentas de la Generalitat debería volver a ser la que se mantiene sobre el resto de comunidades conectadas al Fondo de Liquidez Autonómico (FLA). Fue en una entrevista en Catalunya Ràdio en la que por otro lado también adelantó que no está en los planes de las primeras decisiones de Sánchez pedir a la Fiscalía que retire los cargos contra los líderes del 'procés' encarcelados.
Pese a estar afiliada en la sección del barrio barcelonés de Gràcia del PSC, en las generales de 2015 fue la número dos de Sánchez en la lista del PSOE por Madrid para mostrar el talante federal de la candidatura socialista. Durante la breve legislatura, formó parte del comité negociador del acuerdo de gobierno con Ciudadanos. Y en los comicios de junio de 2016, encabezó la lista por Barcelona del PSC, un partido en el que precisamente ocupa la secretaria de Impulso Federal.
Considerada una de las personas de máxima confianza de Miquel Iceta, Batet ocupó su primer puesto orgánico en el PSOE en la primera ejecutiva de Sánchez, antes del célebre Comité Federal del 1 de octubre de 2016 que derrocó al ahora presidente del Gobierno. Fue secretaria de Estudios y Programas, cargo que no revalidó tras las primarias que devolvieron a Sánchez el control del partido.
Batet se presenta a si misma como un ejemplo de la socialdemocracia española: se pagó la carrera de derecho en la Universitat Pompeu Fabra (UPF) con una beca del Gobierno de Felipe González y trabajando de camarera por las noches. Después de completar sus estudios universitarios, colaboró con el por entonces líder del PSC Narcís Serra como independiente. No se afilió al PSC hasta 2004, tras concurrir y ganar por primera vez un escaño en el Congreso en las elecciones que auparon a José Luís Rodríguez Zapatero a la presidencia.
La mayor parte de su carrera política ha transcurrido en el Congreso de los Diputados: revalidó su escaño en 2008, 2011, 2015 y 2016. Este jueves, durante el debate de la moción de censura, Batet reconocía que el horizonte de convocatoria de elecciones anticipadas “siempre” estará ahí, aunque abogó por estabilizar la situación política“ de España. Ahora lo podrá intentar desde el Gobierno.