La Crida de Puigdemont redobla la presión sobre ERC para formar listas unitarias a municipales y europeas
El president de la Generalitat, Quim Torra, ha dejado a un lado este sábado su perfil institucional para explicar su “sueño”: “Imaginad que la noche del 26 de mayo tenemos a un alcalde independentista en Barcelona y los independentistas ganamos las europeas”. Torra se ha expresado así en el congreso constituyente de la Crida Nacional per la República, el movimiento impulsado por Carles Puigdemont. Además de escoger a sus cargos directivos, el congreso de la Crida se ha convertido en un evento para redoblar la presión sobre ERC para formar listas unitarias a municipales y europeas.
Pese al rechazo reiterado de los republicanos a concurrir junto a los posconvergentes en las elecciones, el lema de la “unidad” ha sido el hilo conductor de los parlamentos que han cerrado el congreso. El más insistente ha sido Torra, que ha dicho sentirse “orgulloso” de todos sus consellers, tanto los de JxCat como los de ERC, y ha apelado específicamente al candidato republicano al Ayuntamiento de Barcelona, Ernest Maragall, para conformar una lista conjunta.
“Conseller Maragall, conseller Forn, Neus Munté, Ferran Mascarell, Jordi Graupera, por favor, hagamos una candidatura juntos”, ha aseverado Torra, intentando así unir a los diferentes partidos independentistas que se presentarán por separado el 26-M. Las encuestas no dan buenos resultados a los posconvergentes, que han optado por el exconseller Quim Forn, en prisión provisional, como cabeza de cartel. Por contra, los sondeos pronostican que la ERC de Maragall puede disputar el primer puesto a Ada Colau.
Torra ha ido más allá y ha intentado capitalizar el referéndum del 1 de octubre para la Crida. “La fórmula es unidad, libertad y república, como el 1 de octubre, apartarnos de estas palabras es traicionar el espíritu del 1 de octubre”, ha aseverado. En el auditorio estaban presentes los consellers de JxCat Elsa Artadi, Laura Borràs, Carles Puigneró y Damià Calvet, éste último también del PDeCAT, partido que afronta una difícil convivencia con la Crida de Puigdemont.
Por su lado, el expresident Puigdemont, en videoconferencia desde Waterloo, ha abogado por que la Crida sea un espacio “sin vetos, exclusiones ni sectarismo”. “No nos molestan ni la derecha ni la izquierda, hay que mirar a ambas porque están ahí”, ha apostillado. El expresident ha querido mantener en la ambigüedad ideológica su nuevo movimiento y ha defendido que la Crida “no implica una ideología particular sino todas”. La Crida, ha dicho Puigdemont, “es una actitud: la que venció al Estado autoritario el 1-O”.
Críticas a ERC y CUP
Aunque dice que su prioridad es la unidad independentista, la Crida no se ha ahorrado críticas a la CUP y a ERC en las ponencias aprobadas este sábado. Según el texto, la alcaldesa de Berga, Montserrat Venturós (CUP) “banalizó la desobediencia”al no recurrir la sentencia que la inhabilitó, una actitud “opuesta”, añade el partido de Puigdemont, a la de los cuatro diputados de JxCat, entre ellos el expresident, que se “mantuvieron leales” al rechazo del Parlament a las suspensiones decretadas por el juez Llarena “y no nombraron diputados sustitutos”. Oriol Junqueras y Raül Romeva sí lo hicieron.
“La prioridad por los intereses de partido y la rivalidad entre las partes del soberanismo acaban dañando la unidad de acción y malbaratan las oportunidades de las que hemos dispuesto”, diagnostica la Crida, que apuesta no obstante por candidaturas unitarias de todo el independentismo para “maximizar” los resultados electorales, en especial de cara a las municipales y para ganar a Ada Colau en Barcelona. Lo que no menciona la ponencia es el recurso de Puigdemont ante el Constitucional contra el presidente del Parlament y la Mesa por haberle retirado la delegación del voto.
Sànchez y Morral, dirigentes
Puigdemont es el líder de facto y fundador de la Crida, pero este sábado su nuevo partido, que apuesta por presentarse a las elecciones y disolverse cuando se consiga la república catalana, ha escogido a sus dirigentes. El presidente de la Crida será el diputado suspendido de JxCat en prisión provisional a la espera de juicio en el Supremo, Jordi Sànchez. El secretario general será Toni Morral, exalcalde de Cerdanyola por ICV y actual diputado de JxCat.
Sànchez y Morral han arrasado en las votaciones (eran la candidatura oficial y la única con opciones). Se han impuesto con 2.417 votos, por 115 la de la lista alternativa. De los 19 miembros del secretariado de la Crida, 17 han sido escogidos de la lista de Sànchez y Morral. Todos ellos forman parte del núcleo de confianza de Puigdemont. Entre ellos, figuran las conselleres Elsa Artadi y Laura Borràs, el conseller Damià Calvet o los dirigentes del grupo parlamentario de JxCat Albert Batet y Gemma Geis.