“La cuestión social debe coliderar la nacional al frente del proceso soberanista”. O, “la mejor manera de garantizar un futuro digno a la ciudadanía es forzando una ruptura democrática con el Estado”. Con esta lógica por bandera, incluso personas que nunca habían sido independentistas y que, de hecho, no lo son hoy en día, responderían con un doble sí a la consulta del 9N. Así se expresa, por ejemplo, el activista vecinal Lluis Rabell, días después de la presentación de la plataforma Esquerres pel #SíSí, que ha entrado en escena esta semana.
Un razonamiento similar habría llevado a varias organizaciones políticas y sociales que, de entrada, no son esencialmente independentistas, a sumarse a este manifiesto. Es el caso de Procés Constituent, o de miembros de ICV-EUiA, Guanyem Barcelona e, incluso, de sindicatos como CCOO, UGT, que a pesar de tener consensuado el apoyo al derecho a decidir, no tienen posiciones unitarias sobre la independencia. Estas sensibilidades, junto con otras manifiestamente independentistas, como las que representan ERC o la CUP, han encontrado en Esquerres pel #SíSí un paraguas común.
“Vengo de la cultural de la izquierda federalista, pero agotada la vía estatutaria, hoy, para avanzar, necesitamos una afirmación de la soberanía”, explica el presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona (FAVB) que, una vez consolidado el nuevo país, sería partidario “de un proyecto compartido con otros pueblos ibéricos, siempre en función de un principio de libre adhesión”. Una reflexión que Rabell asegura que es compartida en más ámbitos de los que puede parecer a priori, no sólo en Catalunya, sino también en el resto del Estado, donde formaciones como Podemos “están abriendo una puerta” a otro concepto de convivencia en base en la radicalidad democrática.
La nueva plataforma, que se desmarca del nacionalismo clásico, defiende la consulta del 9N como una oportunidad para iniciar un proyecto inclusivo centrado en la unidad de las izquierdas y las clases populares. “Podemos construir un país que garantice unos sistemas educativo y sanitario públicos y de calidad, el derecho a la vivienda, a las pensiones públicas y a un puesto de trabajo digno. Un país que proteja el territorio y promueva la cultura y donde no tengan cabida las discriminaciones por cuestiones de género, de orientación sexual o de origen”, explica el manifiesto de alto voltaje social y que, entre líneas, dibuja un oponente común: la derecha. “Hay que mantener y aumentar la movilización social frente a los recortes de los gobiernos catalán y español, sumando el máximo de organizaciones, entidades y personas de la izquierda social y política en esta apuesta clara por la ruptura democrática”, sigue el manifiesto.
Según Rabell –que recuerda que se ha adherido a título individual y que la FAVB no puede hacerlo por razones estatutarias y de respeto a la pluralidad interna— el objetivo de la iniciativa pasa por convencer a las clases populares y más desfavorecidas que el proceso abierto en Catalunya es la mejor oportunidad para el cambio social. “Al nacionalismo clásico le preocupa más el déficit fiscal que una redistribución real de la riqueza”, reflexiona el activista, partidario de una República Catalana.
Mosaico de izquierdas
También a título personal se han adherido más personas que hasta ahora se habían significado como independentistas. Desde nombres como el del ex diputado socialista Toni Comín; pasando por el ecosocialista Raül Romeva; los activistas impulsores de Procés Constituent, Arcadi Oliveres y Teresa Forcades; hasta el abogado Jaume Asens, ahora implicado en Guanyem Barcelona. Otros nombres destacados son el del antropólogo Manuel Delgado, o los de los escritores Julià de Jòdar y Antonio Baños. Además, en el listado de adhesiones, se observan varios sindicalistas de CCOO, UGT y USTEC.
La iniciativa se presentó este miércoles en la sede de CIMEN de Barcelona en un acto coral en el que intervinieron, además de Rabell; María Corrales (SEPC); Alfredo Bienzobas (Trabajadores por la Independencia y miembro de CCOO); Abel Rodríguez (coordinadora de asambleas de parados), y Joel Sans (En Lluita). Entre los asistentes se pudo ver a Joan Tardà (ERC), David Fernández (CUP) o Arcadi Oliveres (PC). El próximo acto público será el día 23 de setiembre por la tarde, en la sede del sindicato de CCOO.
Puntos programáticos para el #SíSí
La campaña incluye 16 puntos básicos que fundamentan el doble sí a la consulta del 9N. Son estos:
1.- Sí-Sí para garantizar trabajo, salarios, prestaciones y pensiones dignas para todas y todos.
2.- Sí-Sí por una democracia llena y libre de corrupción.
3.- Sí-Sí para frenar los desahucios y garantizar vivienda digna a todos.
4.- Sí-Sí para garantizar el derecho de todas las personas a decidir sobre su propio cuerpo.
5.- Sí-Sí por la repartición de los trabajos y la riqueza.
6.- Sí-Sí por una banca pública y con control social.
7.- Sí-Sí para rescatar las personas y dejar de pagar la deuda ilegítima.
8.- Sí-Sí por una salud y sanidad públicas de acceso universal.
9.- Sí-Sí por un sistema judicial próximo, imparcial, gratuito y eficiente.
10.- Sí-Sí para garantizar los derechos de la ciudadanía a todos los que vive en Catalunya.
11.- Sí-Sí por la soberanía energética, el control de los recursos naturales y una economía ecológica.
12.- Sí-Sí por una economía productiva y solidaria al servicio de las personas.
13.- Sí-Sí por una educación pública, integradora y de calidad.
14.- Sí-Sí por unos servicios públicos universales.
15.- Sí-Sí por un territorio cohesionado con las infraestructuras integradas y equilibradas.
16.- Sí-Sí por una participación vecinal que influya directamente en las políticas públicas municipales.