El director de la cárcel de Brians I de Sant Esteve Sesrovires (Barcelona), Josep Font, ha dimitido tras haber recibido coacciones y amenazas de muerte por parte de algunos trabajadores, ha explicado la consellera de Justicia, Ester Capella. En una entrevista en TV3, Capella ha dicho que Font le ha llamado a primera hora de este miércoles para presentar su dimisión, y no ha podido convencerle de lo contrario porque “las personas tienen sus límites”.
Capella ha relacionado la dimisión de Font, que llevaba 15 meses en el cargo, con las amenazas que ha recibido de algunos trabajadores del centro tras haber puesto en marcha cambios en el polémico sistema de aislamiento penitenciario, en el que los presos pasan 21 horas encerrados con solo tres horas para salir al patio o hacer actividades.
Desvinculándose de su antecesor, bajo la dirección de Font se redujeron un 30% los internamientos en régimen de aislamiento y se instalaron cámaras de seguridad en todos los módulos. En los últimos días, en la cárcel, que es el mayor centro de presos preventivos de Catalunya, han aparecido pintadas con el mensaje 'Font DEP', una cruz con el mensaje 'Fuera ya' y un muñeco con un mensaje similar.
La consellera ha achacado el malestar de los trabajadores a la decisión de Font de instalar cámaras en Brians 1 para controlar espacios con poca visibilidad, y se ha preguntado “a quien no le puede interesar que un centro penitenciario tenga garantías”. Debido a su antigüedad, la cárcel tiene puntos muertos en los que no se ve perfectamente lo que pasa. “Las cámaras facilitan que se pueda ver todo, son una garantía para los trabajadores y las personas privadas de libertad”, ha justificado Capella
Sin embargo, Capella ha señalado que entre los trabajadores hay “un determinado sector de personas que ven con malos ojos los cambios”, y se ha preguntado quién puede no querer que la prisión cuente con un mejor control y cambios sustanciales en la forma de relacionarse de funcionarios e internos. La conselleria de Trabajo de la Generalitat realizará una mediación entre los trabajadores y la nueva dirección.
Asimismo, los Mossos d'Esquadra y la Inspección de Servicios Penitenciarios investigan las amenazas de muerte y coacciones recibidas por Font. Capella ha dicho que se realizan “pruebas grafológicas para determinar los autores” de las pintadas.
Fuentes de Justicia han querido dejar claro que la dirección de la cárcel cambiará “pero se mantendrán las políticas”. El nuevo director o directora tendrá que hacer frente a “prácticas inadmisibles”, en según las mismas fuentes. Además de las pintadas y los muñecos colocados fuera de la cárcel, se han triplicado las bajas del personal de régimen interior de Brians I sin explicación conocida. En concreto, un 22% de la plantilla de la cárcel –94 trabajadores– están de baja.