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ERC propone adelantar la cuestión de confianza de Puigdemont y el PDC le pide “no despistarse”
El curso político catalán arrancará con la cuestión de confianza a la que se someterá el president de la Generalitat, Carles Puigdemont. En todas las agendas está marcada para la segunda quincena de septiembre, pero este lunes, ERC, que comparte Govern con el Partit Democràta Català (la antigua Convergència) ha propuesto que tenga lugar antes de la Diada, esto es, el 11 de septiembre. A juicio del portavoz de ERC en el Congreso, Joan Tardà, Puigdemont superará la cuestión de confianza, lo que serviría para celebrar el 11 de septiembre con “alegría y optimismo” además de “acelerar” el proceso soberanista.
Rápidamente le ha llamado al orden la nueva coordinadora general del Partit Demòcrata Català (PDC), Marta Pascal. La diputada ha expuesto que lo verdaderamente importante no es la fecha en que se celebra sino qué papel piensa adoptar la CUP en la cuestión de confianza: si apoyar a Puigdemont o alinearse con el resto de partidos de la oposición.
“No nos despistemos. Lo importante sigue siendo la CUP, que tiene que decidir si están entre los que construyen o los que bloquean. La viabilidad del proceso político depende de la CUP. Tiene que decidir si se suman a la viabilidad del proceso”, ha expuesto.
Por su lado, el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha apostado por celebrar la cuestión de confianza tras la Diada, han explicado fuentes del Govern, y no antes, como ha propuesto ERC. Las mismas fuentes han explicado que se trata de una decisión acordada en el seno del propio Ejecutivo catalán, que integran CDC y ERC, y la previsión es convocarla para la segunda mitad del mes de septiembre.
Tardà ha indicado que la cuestión de confianza “es una gran oportunidad, no sólo para que el Parlament otorgue su confianza a nuestro Govern, sino también para relanzar el proceso, que entra en la fase final hasta llegar al momento de cumplir el compromiso adquirido de proclamar el nuevo Estado”.
Las diferencias entre los antiguos socios independentistas versan, entre otros asuntos, sobre incluir los presupuestos de 2017 en la cuestión de confianza –el escenario deseado por el Govern pero que la CUP rechaza– y también sobre la viabilidad de celebrar un referéndum unilateral de independencia (RUI). Mientras la CUP se muestra entusiasta sobre el RUI, en la antigua Convergència hay disparidad de opiniones. El conseller Santi Vila lo tildó “aportación inoportuna”, pero Pascal lo ha considerado una “opción real” para la hoja de ruta soberanista.
Preguntado por el referéndum unilateral, Tardà se ha limitado a señalar que la cuestión de confianza tiene que actuar como “catalizador” para acelerar el proceso, y tienen que ser Junts pel Sí (JxSí) y la CUP los que deciden sobre qué bases negocian.