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Los pinchazos telefónicos del 1-O revelan la pugna entre ERC y el PDeCAT para relacionarse con los poderes económicos

Lluís Salvadó (d), protagonista de los pinchazos telefónicos autorizados por el juez de Barcelona

Oriol Solé Altimira / Gonzalo Cortizo

Última semana de julio de 2017. El Congreso está a punto de aprobar la exención en el pago del IVA para las subvenciones al transporte o la cultura. Pese a que el PDeCAT y ERC, al igual que el resto de grupos, votaron a favor de la medida, en las negociaciones previas saltaron chispas entre los socios independentistas, tal y como pone de manifiesto una conversación telefónica interceptada por la Guardia Civil entre el por entonces secretario de Hacienda del Govern, Lluís Salvadó, y la diputada republicana en el Congreso Ester Capella.

La conversación permite constatar una rivalidad entre el PDeCAT y ERC para obtener una interlocución privilegiada con el ministerio de Hacienda que dirige Cristóbal Montoro así como con los poderes económicos, aprovechando el declive de la antigua CiU y el auge electoral de ERC.

La llamada entre Capella y Salvadó, pese a que no incluye ninguna referencia al proceso soberanista, forma parte de los pinchazos telefónicos que el juez de instrucción 13 de Barcelona que investiga el 1-O autorizó practicar a la Guardia Civil desde antes del verano y que el Instituto Armado ha entregado al juzgado. Salvadó está imputado en la causa por desobediencia, prevaricación y malversación.

En la negociación sobre el IVA, por parte del PDeCAT fue el diputado Ferran Bel el que se ocupó de la parte del transporte, mientras que Capella, de ERC, se hizo cargo de la cultura. Ambos contaron con el asesoramiento del reputado fiscalista y consultor Antonio Durán-Sindreu, el “puto referente”, en palabras de Salvadó, en asuntos de fiscalidad en Catalunya.

“Es una pieza que tienen ellos y es un tío –afirma Salvadó sobre Durán-Sindreu y su relación con la antigua CiU– que históricamente había hecho esta función durante muchos años siempre junto a Convergència i Unió. Que en estos momentos comiencen a descontrolarse cosas que tradicionalmente habían sido monopolio exclusivo suyo pues dices, no, las cosas importantes son nuestras”, asevera el que fuera secretario de Hacienda del Govern. Añade Salvadó que la opinión de Durán–Sindreu es “importantísima” en sectores empresariales en los que ERC no se había nunca “comido un comino”.

Otro fragmento de la conversación denota que al inicio de la negociación sobre el IVA las “cosas” no fueron de ERC, ya que, a juicio de Salvadó, Ferran Bel y Durán-Sindreu dejaron de lado a los republicanos. “Me cabreé muchísimo. Es un tema que nosotros estamos canalizando con Sindreu y resulta que Sindreu se arregla con Ferran y nos deja a nosotros fuera. Pues a Sindreu ya le dijimos: ‘No lo vuelvas a hacer más, no te pediremos que sólo trabajes con ERC, pero utiliza a todos los grupos catalanes’”, explica Salvadó a Capella.

El detonante de la llamada, sin embargo, es que Bel está “molesto” por cómo se ha desarrollado la última parte de las negociaciones. El diputado del PDeCAT comunica su enfado a Durán-Sindreu, que a su vez pide a un cargo de Economía que interceda para que Salvadó hable con Bel, según explica el secretario de Hacienda. Salvadó comunica a Capella que ya ha hablado con Bel para transmitirle la posición del Govern.

La diputada de ERC cree saber la razón del enfado del representante del PDeCAT. “No sé qué cojones le pasa al Bel. Supongo que se ha visto pillado porque nosotros le hemos robado la cartera en este tema. Ve que la línea directa con el ministerio [de Hacienda] la hemos conseguido nosotros y está como un poco mosca. Yo también lo arreglaré esto”, dice Capella a Salvadó.

Para Capella, esta situación señala algo más coyuntural: la sensación en la antigua Convergència de que ERC gana puntos en la relación con el Gobierno y los poderes económicos. “Ya hace días que los estoy viendo a los convergentes. Ellos quieren seguir siendo la salsa de todos los cocidos y guisos. Y si de mí depende, no lo serán, porque les pasaré la mano por delante las veces que convenga y haré los pactos con el demonio que convenga, que ya lo estoy haciendo”, reflexiona Capella, a lo que Salvadó responde: “Y especialmente en todo lo que hace referencia al mundo económico”.

Asimismo, Capella se queja ante Salvadó de que las conselleries del Govern a cargo de Convergència no facilitan información a los diputados de ERC, algo que, a su criterio, no pasa con los departamentos republicanos y los diputados del PDeCAT en el Congreso. “A nosotros las conselleries de Convergència nos hacen sudar la gota gorda”, zanja Capella.

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