La crisis de Govern de este viernes se ha saldado con cuatro salidas, todas del PDECat, y sus correspondientes entradas. Han abandonado el Govern Neus Munté, Jordi Jané y Meritxell Ruiz y el secretario del Ejecutivo, Joan Vidal de Ciurana, y entran Jordi Turull, Joaquim Forn, Clara Ponsatí y Víctor Cullell. Repasamos el currículum de los nuevos consellers, que han hecho disminuir la igualdad en el Govern, ahora conformado por 10 hombres y solo cuatro mujeres.
Joaquim Forn
Carles Puigdemont ha puesto en las manos de quien fue responsable de la Guàrdia Urbana de Barcelona durante el mandato del alcalde Xavier Trias el control de los Mossos d'Esquadra para el referèndum del 1-O. Joaquim Forn cuenta en su currículum la batalla sin cuartel contra el “top manta”, la investigación del caso “Ciutat Morta” y el desalojo de Can Vies.
Como portavoz municipal del Grupo Demócrata (antigua Convergència) Forn ha destacado por ser el más crítico con las medidas para la gestión del espacio público promovidos por el gobierno de Ada Colau. “No se puede ser antisistema y estar en el gobierno municipal” aseguró respecto a los comuns.
Como portavoz municipal y presidente de TMB instó el proceso judicial contra el Centro Social de Sants, propiedad de TMB como “algo innegociable” manteniendo un tono duro y contundente durante el inicio de las protestas por el derribo del centro. Forn defendió la actuación de la Guàrdia Urbana de Barcelona con el caso “Ciutat Morta”, el documental que denunciaba irregularidades en el cuerpo policial que se derivó en diferentes jóvenes encarcelados. Patricia Heras, acusada de los incidentes, terminó suicidándose. Tras la proyección del documental del caso 4-F, Forn encargó un informe jurídico al Ayuntamiento en el que admitió “pequeñas irregularidades” y dio por zanjado el asunto.
Este licenciado en Derecho también fue miembro de la junta de Òmnium Cultural. Independentista histórico, durante el verano olímpico del 1992, Forn fue promotor junto con Jordi Pujol Ferrusola de Acció Olímpica, un colectivo de jóvenes vinculados a CiU para promover la campaña “Freedom for Catalonia” durante la celebración de los Juegos Olímpicos.
Jordi Turull
El presidente del grupo parlamentario de JxSí, Jordi Turull (Parets del Vallès, 1966), un histórico convergente. Licenciado en Derecho por la Universidad de Barcelona (UB), se forjó políticamente en las dos principales canteras políticas de Catalunya: las juventudes de un partido, en su caso las de CDC, las JNC, y en varios cargos técnicos en ayuntamientos catalanes.
Se ganó la confianza de Artur Mas durante el paso del partido por la oposición. Fue, de hecho, de los cargos convergentes que arroparon a sus compañeros de partido imputados por corrupción. Turull acompañó a declarar tanto a Oriol Pujol –que este viernes ha aceptado que cobró comisiones–, en el caso de las ITV como al extesorero que espera sentencia sobre el caso Palau, Daniel Osàcar, cuando ambos estaban imputados.
Por su lado, el nuevo secretario del Govern, Víctor Cullell, entró en la Generalitat de la mano de Artur Mas. Integró la comisión entre departamentos para evaluar las maniobras de cada conselleria hacia la independencia, y fue secretario del Consell Assessor per a la Transició Nacional (CATN).
Clara Ponsatí
La economista Clara Ponsatí es desde este viernes la nueva consellera de Enseñanza de la Generalitat. Sustituirá en el cargo Meritxell Ruiz, que ha dirigido el Adminstración educativa durante 18 meses, desde que tomó posesión en enero del 2016, y que abandona la cartera ante la inminente convocatoria del referéndum del 1 de octubre. El relieve no está motivado, pues, por cuestiones educativas, sino por el proceso soberanista. Ponsatí no es militante del PDECat pero cuenta con el visto bueno del partido.
Ponsatí es una académica muy implicada en la causa independentista. Además de su actividad profesional, hasta ahora en la Escuela de Economía y Finanzas en la Universidad de Saint Andrews (Escocia), esta economista de perfil liberal es también miembro del secretariado nacional del ANC. De hecho, Ponsatí protagonizó una polémica con el Gobierno español en 2013, cuando el Ministerio de Educación presionó con éxito para que no la renovaran como profesora en una cátedra de la universidad de Georgetown dadas sus opiniones públicas sobre el proceso.
Esta determinación es relevante habida cuenta que la conselleria de Enseñanza es de las que más protagonismo adquiere en las jornadas electorales como lo puede ser el 1-O. Corresponde al máximo responsable de esta conselleria autorizar la apertura de los colegios electorales que se ubiquen en centros educativos, una tarea que ya asumió la predecesora de Ruiz, Irene Rigau, durante el 9-N, y que le valió un juicio y una condena que la inhabilitó. La ya exconsellera Ruiz, de perfil más moderado que Rigau, habría declinado jugar este papel.