El juez imputa a los policías del 1-O que llevaban escopetas de balas de goma cuando un votante fue herido en el ojo

Ya están formalmente imputados los once agentes de la Policía Nacional que llevaban el 1-O escopetas de bala de goma en la escuela Ramon Llull de Barcelona, en cuyos aledaños Roger Español perdió la visión del ojo derecho a consecuencia del impacto de este instrumento. El juez que investiga la actuación policial en la capital catalana ha citado como investigados para el próximo 17 de diciembre a los tres últimos escopeteros de la Policía que faltaban por declarar –los ocho restantes ya lo hicieron la semana pasada.

Asimismo, el instructor también ha citado como investigado el mando que dirigió el operativo sobre el terreno en ese centro, que sustituye a otro agente que fue citado como investigado por un error con su número identificativo. Con las nuevas imputaciones, ascienden a 29 el número de agentes investigados por su actuación el 1-O en Barcelona.

El disparo de balas de goma fue una de las actuaciones policiales más cuestionadas el 1-O, habida cuenta de que su uso para los Mossos d'Esquadra, cuerpo que se encarga de los dispositivos de orden público en Catalunya fue vetado por el Parlament en 2014 a consecuencia del caso Ester Quintana. Los forenses ya han certificado que la herida de Español la produjo una bala de goma, pero su abogada, Anaïs Franquesa, del centro Iridia, y la acusación popular del Ayuntamiento de Barcelona no han podido hallar todavía al agente que disparo.

Con el objetivo de dar con el escopetero que apretó el gatillo, el consistorio ha pedido al instructor una nueva batería de diligencias, entre ellas la declaración como testigos –y por lo tanto, con la obligación de decir la verdad– de todos los agentes que actuaban como escuderos de los escopeteros en la escuela Ramon Llull. El Ayuntamiento ha solicitado además que se impute a otros ocho agentes, en su caso por dar patadas, porrazos y puñetazos a los concentrados frente a la escuela.

En su declaración como investigados la semana pasada, un inspector y un subinspector que intervinieron en la escuela Ramon Llull descargaron la responsabilidad de cómo y cuándo disparar las balas de goma en sus subordinados. Ninguno desveló el agente que disparó, si bien el subinspector se ubicó en la misma acera izquierda de la calle Sardenya de Barcelona desde dónde procedió el tiro que hirió a Español.

Por su lado, Español también tendrá que declara como imputado antes de Navidad por arrojanr una valla contra los agentes que se retiraban de la escuela, una vez incautadas las urnas del referéndum y antes de recibir el impacto de una bala de goma.