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El independentismo reivindica el pacifismo de los Jordis para responder a la sentencia dos años después del 20-S

Concentración frente a Economia, dos años después

Oriol Solé Altimira

Una gran lona que anuncia la serie Élite cubre el edificio del cruce de Rambla Catalunya con Gran Via en Barcelona. No tienen el desenfreno adolescente de los protagonistas de la serie de Netflix, pero Maria Rosa y Lluïsa, dos jubiladas del barrio de Horta, tienen claro cómo responder a la próxima sentencia del procés: “Todos a la calle, energía y pacifismo. Igual que los Jordis aquí hace dos años”. La condena (dura) la dan por descontada. Pero dicen que están preparadas.

Es 20 de septiembre. Se cumplen dos años de la concentración de más de 14 horas frente a la conselleria de Economía para protestar contra los registros que la Guardia Civil que no evitaron el referéndum. El independentismo, que desde entonces ha agudizado sus disputas internas, sigue sin ser capaz de consensuar una respuesta a la sentencia del Tribunal Supremo, pero este viernes ha querido reivindicar el pacifismo de Jordi Sànchez y Jordi Cuixart como su brújula.

Ante la conselleria de Economía varias figuras de la sociedad civil han leído fragmentos de cartas y libros de los 'Jordis', encarcelados desde el 16 de octubre de 2017. Los centenares de asistentes han respondido a cada lectura con aplausos y gritos de “libertad”, “independencia” y “absolución”. “A nosotros nos da igual que los políticos no se pongan de acuerdo, si Òmnium nos llama a manifestarnos, iremos”, proclaman Jordi y Neus, una pareja que ha venido desde Sant Cugat.

Las figuras de Cuixart y Sànchez suscitan el elogio y el cariño de la unanimidad de los asistentes. Todo lo contrario de lo relatado por varios de los guardias civiles que participaron en el registro durante el juicio del procés, que definieron a ambos líderes civiles como las primeras espadas de una masa dispuesta a tomar el edificio, algo que nunca ocurrió en realidad. “Unidad, desobediencia y pacifismo, esto es lo que hay que hacer”, zanja Neus.

En el escenario, Xavier Sànchez, el hermano del exlíder de la ANC, ha leído un texto en que su hermano ha pedido a los congregados “no olvidar que la no violencia es el instrumento más poderoso para derrotar las injusticias del Estado”. Y Marcel Mauri, vicepresidente de Òmnium, ha reivindicado las palabras de Cuixart: “Sí, hemos desobedecido, pero no tiene ningún mérito porque hace muchos siglos que las sociedades han desobedecido a los poderosos”.

“Os emplazo a que las próximas semanas seáis activos en reforzar los grandes consensos de país alrededor de la democracia, la justicia, los derechos, las libertades y la autodeterminación. La unidad nos hace fuertes”, ha pedido Sànchez, que también ha emplazado a los congregados para “no desfallecer pase lo que pase con la sentencia”.

En las primeras filas frente al escenario escuchaban las palabras de los líderes civiles del independentismo políticos como el presidente del Parlament, Roger Torrent; el vicepresidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ambos de ERC; diputados de JxCat, como Laura Borràs y Eduard Pujol; o Natàlia Sànchez de la CUP. Al acabar el acto la zona destinada a políticos y cámaras de televisión se ha desalojado rápidamente. Empezaba un espectáculo de música y teatro.

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