El Joventut busca en la fundación del caso Albiol su salvavidas para no desaparecer

No ha sido la mejor semana de la historia del Club Joventut de Badalona. Este histórico del baloncesto corre peligro de desaparecer si no soluciona sus problemas económicos. La fundación Badalona Capital Europea del Bàsquet, investigada por la Fiscalía en el caso Albiol, se ha convertido en el salvavidas al que pretende agarrarse el club para evitarlo. Sin ningún mecenas privado que, de momento, haya salido al rescate del Joventut, el club busca la ayuda del Ayuntamiento a través de la fundación. El consistorio de Guanyem Badalona en Comú no quiere que una actuación de urgencia y sin todos los controles vuelva a llamar la atención de la Fiscalía.

Tras dos reuniones del patronato de la fundación, integrada por todos los grupos municipales y el Joventut, el club ha disparado con bala contra el consistorio. En un comunicado, 'la Penya' culpó de su deteriorada situación financiera a la “falta de ingresos incluidos en el presupuesto anual del club y que habían sido comprometidos, también públicamente, por el Ayuntamiento de Badalona”.

Las ayudas al Joventut se vehiculan a través de dos mecanismos. Por un lado, el acuerdo de patrocinio de 3,2 millones de euros firmado entre el Ayuntamiento y el club en diciembre de 2017 para asegurar la viabilidad del cllub. Hasta el 2021, salvo julio y agosto, meses sin competición, el club ingresa 80.000 euros mensuales por el patrocinio, que a su vez permitirá saldar la deuda de 1,5 millones que 'la Penya' tenía con el consistorio a cuenta del IBI del pabellón.

La otra vía, que es la que genera el conflicto entre el Ayuntamiento y el club, son los 750.000 euros anuales que el Joventut recibe a través de la fundación, cuyo desembolso está pendiente de la aprobación del plenario municipal. La cantidad corresponde al canon que los dueños del centro comercial anexo al Pabellón Olímpico pagan por explotar los terrenos municipales sobre los que se construyó el complejo.

El canon, sólo para la cantera

El problema, recuerdan fuentes conocedoras del estado financiero del Joventut, es que esos 750.000 euros no pueden ir destinados a hacer frente a las problemas de liquidez del club, esto es, a pagar nóminas o proveedores. Argumentan –tal y como el propio club indicó en su comunicado del pasado jueves– que el acuerdo con los promotores del centro comercial especifica que el dinero del canon debe destinarse al mantenimiento del pabellón y al fomento del básquet base.

Con los antecedentes que atesora la fundación bajo la etapa de Albiol en la alcaldía, desde el actual consistorio no quieren dar nuevos motivos a la Fiscalía para investigar el ente y añadir así otro problema a la situación actual del Joventut. El ayuntamiento insiste en su compromiso para encontrar una solución. “La Penya es clave. Lamento mucho la actual situación y el mal que ha hecho la nefasta y opaca gestión de gobiernos anteriores. Estoy en contacto directo con el club y saben que cuentan con nosotros”, declaró este viernes la alcaldesa de Badalona, Dolors Sabater.

El Joventut en Badalona es toda una institución. Y no sólo en la ciudad. Desde su fundación en 1930, siempre ha estado en la élite del baloncesto español y su cantera es una de las más reputadas de Europa. Precisamente por su trascendencia, en las negociaciones para salvar a la entidad también se han implicado en los últimos días la Generalitat y el Gobierno. De momento, el club ha convocado una junta de accionistas en una fecha todavía por determinar “para informar sobre la situación y tomas las decisiones oportunas”.

Problemas deportivos y económicos

Las fuentes consultadas indican además que el Joventut ha recibido negativas de los bancos para subscribir créditos que aligeraran su situación financiera pese al aval que supuso el acuerdo de patrocinio con el Ayuntamiento del pasado mes de diciembre. Tampoco ayuda la mala situación deportiva del Joventut, que ocupa puestos de descenso en la liga ACB con cuatro victorias en veinte partidos.

La nueva crisis del Joventut es una réplica del terremoto financiero que el club vivió a finales de 2015, cuando Hacienda embargó al club por el impago de 756.000 euros que el club debía desde que salió del concurso de acreedores en 2012. El club logró llegar a un acuerdo con el fisco en diciembre de 2017 para devolver la deuda de 3,2 millones. Fue en la etapa final de los 17 años que duró la presidencia del histórico exjugador Jordi Villacampa.

La operación para enjuagar las deudas del club con Hacienda se ha visto salpicada por la investigación de la Fiscalía. El ministerio público sostuvo que, además de las supuestas ayudas públicas irregulares recibidas bajo el mandato de Albiol, el Joventut y el instituto catalán del suelo (Incasòl) acordaron una operación urbanística que ayudó al club a vender unos terrenos a Mercadona y lograr así los ingresos para cumplir con el fisco.

En este sentido, la Fiscalía halló en su investigación un escrito de renuncia de Villacampa a segregar los terrenos que no obstante el Incasòl terminó reparcelando, lo que permitió al club desbloquear la operación con Mercadona. “La sintonía entre los responsables del Incasòl y del club Juventut para llevar a cabo el negocio lucrativo fue más que evidente”, zanjó el fiscal de Urbanismo de Barcelona, Antoni Pelegrín, antes de que la por aquel entonces fiscal jefa de Barcelona, Ana Magaldi, archivara la investigación, tal y como dio cuenta este diario.