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Miquel Iceta: “El Gobierno no puede depender de los independentistas porque no garantizan la estabilidad”

Los independentistas acaban de dar un sonoro portazo a las aspiraciones de Miquel Iceta de convertirse en el nuevo presidente del Senado. El Parlament ha vetado la designación de un senador por primera vez en la historia, lo que el PSC considera que es una flagrante vulneración de sus derechos. Pese a esto, Iceta no se muestra enojado con los grupos que han votado en su contra. Lamenta haber “perdido una oportunidad de distensión y entendimiento”, mientras teme lo que puedan estar pensando sus compañeros socialistas al ver que los independentistas cierran la puerta incluso al “sospechoso de los indultos”. Iceta cree que se ha constatado que los independentistas no pueden garantizar la estabilidad a un Gobierno, por lo que recomienda a Pedro Sánchez que evite depender de sus votos.

¿Después de la votación de hoy, usted todavía aspira a ser presidente del Senado?

Sí, me gustaría mucho, lo que pasa es que lo veo muy difícil porque eso requeriría que la reacción del Tribunal Constitucional fuese muy rápida, muy positiva ante lo que planteamos y que dé una salida. Yo creo que no se puede descartar nunca, pero no creo que sea lo más probable.

Han dicho que no cambiarían el candidato en el Senado hasta conocer la respuesta del Constitucional. ¿Consideran que no haría falta aunque se alargue en el tiempo?

Lo que consideramos es que yo he sido el candidato propuesto, consideramos que tenía todo el derecho a ser designado, que es lo que dice la ley y el reglamento del Parlament, y hasta que el Constitucional no se pronuncie no nos planteamos hacer otro tipo de propuestas. También por respeto, si nosotros decimos que creemos que se nos ha vulnerado un derecho mientras tanto no haremos otra cosa.

Si llegamos a la constitución del Senado, fijada para el martes, sin que usted pueda ser senador, ¿descartaría definitivamente ser presidente, o podría elegirse a un sustituto hasta que usted llegue?

La verdad es que ni me lo he planteado. Yo creo que las instituciones deben prestigiarse usándolas bien y, por tanto, poner a alguien que estará a la espera de que tú en algún momento puedas ser... no sería bueno. En política todo tiene causas y consecuencias, y aquí se ha decidido por parte del independentismo bloquear una propuesta positiva, así que yo lo que espero es que la gente haga la lectura sobre si vale la pena seguir dando apoyo a gente que más que propuestas en positivo solo son capaces de bloquear las de los demás. Por eso me da miedo que ahora se haga una lectura dentro y fuera de Catalunya que diga “con estos no hay nada que hacer”. Porque es verdad que si solo juzgamos esto se puede llegar a este sentimiento de desánimo. Pero no nos podemos resignar, porque aquí tenemos un lío que solo resolveremos si hay gente que no se resigna y que está dispuesta a mantener el diálogo en toda circunstancia.

Una de las cosas que el PSC pedía es que se votase con papeletas, de forma que se impediría votar en contra de usted. ¿Usted hubiese aceptado convertirse en senador con solo 25 apoyos de los 135 diputados?

Sí. Primero porque es un sistema que el que no está de acuerdo vota en blanco o nulo. Pero yo soy consciente de que no represento a todo el Parlament. Por eso la propia ley establece que la representación de los senadores se reparte proporcionalmente al peso de los grupos. Me han parecido muy peligrosos algunos de los planteamientos que se han hecho diciendo “es que no te votamos porque piensas esto y aquello”. ¿Y eso que quiere decir? ¿Qué solo se acepta una sola voz y un solo planteamiento? ¿La representación del Parlament ya no será plural? ¿Los que no pensamos como la mayoría ya no contamos? Hay gente que se siente representada por el PSC y esa gente merece estar representada en el Senado.

Más allá de lo que han dicho en público, ¿por qué cree que los independentistas le han vetado?

Yo quiero creer que no es un tema personal sino que responde a un momento político muy delicado. Los dos independentismos se están mirando de reojo y ninguno quiere aparecer como más pactista o más pragmático en estos momentos. Están en competencia entre ellos por ver quién gana y en un momento de dificultad, porque hay un juicio pendiente, ha habido decisiones de la Junta Electoral que creen que les perjudican, porque hay momentos que no está claro que puedan ejercer los mandatos electivos... Es decir, no estamos en un momento dulce para ellos. Precisamente por todo eso todavía no han podido digerir su fracaso. El independentismo intentó saltar la pared y se dio un trompazo. Ellos mismos saben que tienen que revisar su planteamiento. No digo renunciar al objetivo, sino sencillamente repensar la estrategia, y por tanto hacer un poco de autocrítica. Pero claro, ¿cómo haces autocrítica mientras están juzgando a tus dirigentes? Si yo lo entiendo.

Usted que siempre ha hecho bandera del diálogo y la negociación, ¿por qué en este caso prefirió no negociar el voto del resto de fuerzas?

Porque es un derecho de nuestro grupo. Es como si yo le digo que le dejaré votar en las siguientes elecciones si me dice qué votará. ¿Verdad que lo consideraríamos todos un disparate? No se ha hecho nunca, pero además es que es un derecho. El Parlament debe garantizar que la representación de la Generalitat en el Senado responda a las proporciones de los grupos parlamentarios. Eso no puede intercambiarse por algo. Yo ahora no lo haré por prudencia y por respeto, pero los que querían negociar cosas hoy a la hora de explicarlo decían que lo hacían por una razón de principios. Pero si hubieran obtenido lo que pedían, esos principios hubieran cambiado. No puede ser.

Sergi Sabrià le ha acusado, a usted o al PSC, de amenazarles con vetar a un senador si estaba imputado por el 1 de octubre. ¿Eso pasó?

No sé a qué se refería, pero nosotros lo que siempre hemos dicho es que poner a personas que no pueden ejercer sus funciones en un cargo es un error. Pero los de JxCat acusan a ERC de haber impedido la presidencia de Puigdemont, ¿o me he perdido algo? Nosotros no hemos impedido nada, en todo caso ha sido el Tribunal Constitucional o el juez instructor, o la Mesa del Parlament, no el PSC. Nosotros lo que decimos es que la mejor manera de servir al país no es proponer a gente que no pueda ejercer. No sé en concreto a qué se refería, pero también ha dicho que no pasó, y sobre lo que iba a pasar y no pasó no me puedo pronunciar.

¿Fue un error anunciar que sería presidente del Senado sin antes haberlo hablado con los otros partidos o tener al menos encarrilado su nombramiento?

Aquí una primera cuestión era de plazos, porque el Senado se constituye el martes, pero además, imagínese que les hubiésemos ocultado eso. Decirles “es que Miquel se quiere medio retirar y se va al Senado”. Votan pensando que ya se me quitan de encima, y después se encuentran que me hacen presidente. ¿Verdad que sería una locura? Yo tuve la prudencia de comunicar esta posibilidad al presidente del Parlament y al de la Generalitat incluso antes que a los miembros de mi grupo parlamentario. Ahora, es verdad, era una cosa que a la que empezó a circular se sabría y que, efectivamente, no se había negociado ni hablado con todos los grupos antes porque es que nunca se había hecho.

¿Les pilló el toro?

No, yo creo que los plazos con los que había que hacer todo aquello... Porque claro, aquello fue la pera. A mi me hace esta propuesta el presidente del Gobierno el martes de la semana pasada. Yo no lo veo, tenemos mucha discusión al respecto, me pide que lo duerma y el miércoles, que ya había pleno, es cuando yo acepto y se lo comunico al president de la Generalitat. Con la idea de que el jueves se votase. Claro, todo aquello era apresuradísimo, sí, pero era para intentar evitar que interfiriese en una campaña electoral y para ajustarnos a los plazos del Senado.

¿Cree que el PSC ha cometido algún error en este proceso frustrado para nombrarlo presidente del Senado?

Seguro que no todo es perfecto, pero sean cuales sean los errores cometidos, no justifican el veto. Y esta es la cuestión. Todo en la vida es perfectible. Pero estamos delante de un derecho que creemos que está siendo conculcado, y una tradición parlamentaria se ha roto. Y además, para mi, la cuestión es ¿esta era una oportunidad o no? El hecho de colocar ante el Senado a un catalán, ¿es bueno o es malo? El hecho de colocar a una persona que se ha distinguido por la búsqueda de una solución acordada, ¿es bueno o malo? ¿Es bueno que el presidente del Gobierno de España en una coyuntura como esta piense en una persona de estas características? Creo que deben preguntarse qué gana Catalunya con este no.

¿Y qué diría usted que pierde Catalunya con ese no?

Ha perdido un senador que espero que recupere. Esto es un hecho objetivo. Y ha perdido la oportunidad de que un catalán presida el Senado. Es verdad que hay quien dirá “a mi qué me importa” o “si es un mal catalán mejor que no sea él”, hay de todo en esta vida. Pero creo que hemos perdido una oportunidad de distensión y entendimiento. Me imagino qué pensarán los socialistas del resto de España. Se lo estarán tomando mal y me sabe mal, porque no es una buena carta de presentación: “Presentan a este, el sospechoso de los indultos y el referéndum, ¡y le dicen que no!”. Espero que, como todo, esto pase. Me he comprometido ante el pleno a seguir con la vía del diálogo y no dejaré que la decepción provocada por este bloqueo cambie mi pensamiento.

Pero las relaciones entre los partidos pueden verse deterioradas. ¿Habrá un antes y un después de esto?

Deterioradas lo están. Pero hace tiempo que lo digo: no puede haber un gobierno de España que dependa de los independentistas, porque no pueden garantizar la estabilidad. No quieren y no pueden por las circunstancias. Porque están en competencia entre ellos, pasando un momento difícil con un juicio en el que los principales acusados son sus dirigentes. Por lo tanto, no son un factor de estabilidad. Es una descripción objetiva. ERC ha parecido en algunos momentos orientarse hacia una línea más pragmática, pero al final lo que cuenta es lo que haces: entre la convocatoria de elecciones y la DUI, cayó DUI; con los Presupuestos fueron los primeros en presentar una enmienda a la totalidad y en mi votación han sido los primeros en votar que no. Y por otro lado se presentan como los que quieren ensanchar la base… Es una forma un poco curiosa de hacerlo. Las palabras y los hechos han de ir de la mano, no estar tan distantes.

Usted recomendó a Sánchez en 2016 ir a buscar el voto de los independentistas para hablar de una mayoría alternativa. ¿Esta vez le diría que mejor no?

No se puede poner la estabilidad del gobierno en función del independentismo. Esto no quiere decir que no haya que hablar mucho y acercar posiciones, pero la estabilidad del gobierno no, porque no hay las condiciones para garantizarla.

Esto significa que sólo les queda buscar los votos o la abstención de la derecha para una investidura.

En esto siempre hay la discusión de dónde colocas al PNV, al Partido Regionalista de Cantabria y a otras formaciones de corte regionalista. Pero es evidente de que la suma PSOE-Podemos podría no ser suficiente y uno deberá orientarse a otro tipo de apoyos. Puedes tener la investidura con abstenciones, y luego hay una acción de gobierno más cotidiana que requerirá de una disposición por parte todos que no siempre se produce. Ahora que ha mencionado al PNV, una de mis satisfacciones es que en medio de todo este drama ha salido muy fuerte a favor de mi candidatura. Y se lo agradezco, porque no tenían ninguna obligación.

Se lo pregunto directamente entonces. ¿Sánchez ha de ir a buscar a Albert Rivera para la investidura?

Rivera ha dicho que si le buscas no le encuentras. Hubo un momento en que decía ‘con Sánchez no y con el PSOE ya veremos’, pero ahora es ni Sánchez, ni Gabilondo ni el lucero del alba. No se les puede ir a buscar porque no están en esta tesitura. Pero en algún momento en España deberemos encontrar acuerdos que vayan más allá, y no hablo de la estabilidad del gobierno. Este país necesita reformas que algunas de ellas requieren de un consenso más amplio que una mayoría de gobierno. No reformas el Senado contra el PP y Ciudadanos, y tiene bastante sentido que para cambiar las reglas de juego requiera de consensos más amplios. Hoy por hoy creo que no se puede pactar con el independentismo ni con Ciudadanos.

Les faltará un diputado entonces, ¿no?

Alguien se abstendrá… Y tampoco sabemos todavía con qué condiciones podrán participar algunos diputados. No hago números para la investidura, la doy por hecha y conseguida. Las elecciones se plantearon de forma clara: había un gobierno encabezado por el PSOE y otro de las tres derechas, y estas no suman. ¿Con qué relación se hará el gobierno encabezado por el PSOE? El futuro está por escribir. Nosotros hemos manifestado que el esquema de gobernación óptimo es en solitario, pero hay partidos que reclaman su presencia y que condicionan su apoyo con una presencia en el Gobierno. Después de las municipales habrá tiempo de hablar de todo esto.

Usted ha comparado la votación de este jueves con el 6 y 7 de septiembre de 2017, ha hablado de conculcación de derechos. ¿Cree que se han cometido delitos hoy?

No. Delitos creo que no. Un atropello de derechos ha de ser sancionado restituyendo el derecho. Son cosas hechas en el ámbito de la política. El presidente del Parlament debería haber movido una votación por papeleta, es responsabilidad suya, y no lo ha hecho. Pero no se me ocurriría nunca reclamar responsabilidades de tipo penal por lo que ha ocurrido hoy.

¿Si no puede ser presidente del Senado y Sánchez le ofrece ser ministro, como ya ocurrió, lo aceptaría esta vez?

Lo tengo complicado. No me gusta decir cosas terminantes para luego tener que desdecirme, pero yo siempre he visto mi futuro muy ligado a la política catalana, y si acepté la candidatura al Senado fue porque no me obligaba a renunciar al escaño en el Parlament. Me votaron 606.000 personas. Estamos en una situación excepcional, con dificultades de funcionamiento institucional, de recoser el país, encontrar una solución… [el ministerio] no entra en mis planes.