El Govern ha elaborado unos presupuestos expansivos para la Generalitat por primera vez en una década. Con 3.000 millones de euros de gasto corriente más que en 2017, la ley económica para este año sitúa la cifra absoluta de inversión social por encima del máximo histórico, con aumentos destacables en las partidas destinadas a Educación (+17,2%), Salud (+10,4%) y Servicios Sociales (+16,8%). Entre esos tres departamentos copan el 77,3% del crecimiento total, que permitirá además superar los niveles anteriores a los recortes de la crisis.
El Consell Executiu ha dado luz verde al anteproyecto este miércoles, en una reunión extraordinaria que se ha celebrado en un clima de excepcionalidad. Tanto es así que la reunión de los consellers estaba prevista para las 9 de la mañana, pero ha sido aplazada por la comparecencia convocada por el president de la Generalitat, Quim Torra, que ha anunciado que convocará elecciones después de que el Parlament apruebe los Presupuestos de 2020.
El jefe del Ejecutivo trataba de cerrar así la crisis abierta por el Parlament el pasado lunes, cuando la Mesa ejecutó la retirada de su escaño ordenada por la Junta Electoral y avalada por el Supremo. Durante las últimas 48 horas Torra ha meditado entre varias opciones, como finalizar la legislatura de forma inmediata o expulsar del Govern a sus socios de ERC, a quienes culpa de no haber desobedecido a los tribunales para mantener su escaño. Sin embargo el líder de JxCat ha priorizado unas cuentas que, según ha dicho, son “necesarios para este país y su gente”.
Las cuentas, elaboradas precisamente por la vicepresidencia que ocupa Pere Aragonès, líder de ERC, llegan dos años después de que caducara el último proyecto de presupuestos aprobado, pensado para 2017. Durante 2018 no fue posible elaborar ley económica por estar la Generalitat intervenida por el Gobierno central mediante el 155. Después, en 2019, Aragonès no encontró aliados para sacar adelante nuevas cuentas. Este 2020, sin embargo, Catalunya en Comú ha pactado su apoyo al proyecto, que permitirá utilizar unos recursos de los que la Generalitat ya dispone por, entre otras cosas, la mejora de la recaudación.
Educación y Sanidad, cifras récord
Educación es uno de los capítulos más favorecidos en el proyecto presentado este miércoles, con 850 millones más respecto a 2017, de los cuales más de dos tercios irían a la contratación de personal, en concreto 5.395 docentes y 737 trabajadores no docentes. Además dispone de 70,8 millones para financiar la educación infantil, después de varios años en los que el Govern había cerrado el grifo en esta partida y de que varios ayuntamientos ganaran en los tribunales el derecho a recibir financiación. Se incluye también un plan de inversión en centros, dotado con 65,5 millones, y otros 17,2 para la escuela inclusiva.
El eje de la Salud, que ya había superado el bache de los recortes en los presupuestos de 2017, también este año también un aumento importante de recursos, con 979 nuevos millones. Más de la mitad van destinados a la mejora de las condiciones salariales de los profesionales, que a inicios del año pasado estuvieron en pie de guerra por la asfixia económica que sufría, sobre todo, la atención primaria. En esta cuestión, que engloba las urgencias y los centros de atención primaria, habrá un refuerzo de 108 millones.
Una de las medidas estrella de estos presupuestos tiene que ver con el despliegue de la Renta Garantizada (RGC), una ley aprobada en 2017 que hasta ahora ha estado insuficientemente dotada por la falta de nuevas cuentas. En esta ocasión habrá 388 millones de euros para esta partida, que crece casi un 60%. De los departamentos grandes, el de Treball i Afers Socials será el segundo que más verá crecer sus fondos, un 16,8%, que se destinará, además de a la RGC, a mejorar la atención a la dependencia con cerca de 100 millones más o un aumento de 68 en infancia.
Más ingresos por mejor recaudación
Respecto a los ingresos, el Govern lleva junto a los presupuestos la reforma fiscal pactada con Catalunya en Comú, que introduce una rebaja del IRPF para las rentas por debajo de los 12.450 euros y un aumento a partir de los 90.000 euros, a la vez que se eliminan bonificaciones para herencias de más de 200.000 euros que no sean vivienda habitual. Se introducen además diversos impuestos verdes, como un recargo a los vehículos emisores de CO2 y a instalaciones con incidencia medioambiental. En total el proyecto de ley calcula que la reforma aumentará la recaudación en 173 millones el primer año y 553 los ejercicios siguientes, lo que supone un 0,6% y un 2% respectivamente.
Si estos Presupuestos han podido superar el pico histórico del gasto, que hasta ahora se había producido en 2010, es gracias al aumento de ingresos que se produce en el modelo de financiación autonómica debido a la mayor recaudación. En total son casi 4.000 millones más de ingresos no financieros y no finalistas, lo que representa un 94% del incremento total de los ingresos. El resto estará destinado a pagar los 1,3 puntos de deuda sobre el PIB que el Govern tiene previsto rebajar este año.