El PSC volverá a gobernar en Badalona, después de 7 años. El socialista Álex Pastor se ha convertido este miércoles en el nuevo alcalde de la cuarta ciudad catalana, gracias a una moción de censura que expulsa la coalición soberanista de izquierdas formada en torno a Guanyem, con Podem, la CUP, ERC e ICV-EUiA, que ha gobernado desde 2015 capitaneada por la ya exalcaldesa Dolors Sabater.
La moción de censura ha salido adelante en un pleno que ha mantenido la tensión hasta el final y gracias a los votos entre el propio PSC, Ciudadanos y el PP del exalcalde Xavier García Albiol. El nuevo equipo de gobierno, del que aún no se ha revelado la composición concreta, nace apoyado por estas tres formaciones, aunque el PSC tiene previsto dejar a Albiol fuera del Ejecutivo. Los socialistas han esquivado de esta forma el gran escollo que suponía la asociación con el líder del PP, cuyas políticas xenófobas generan rechazo entre buena parte del electorado de izquierdas de la ciudad.
Albiol ha mantenido hasta el final la incógnita sobre su voto, llegando a reclamar en el pleno un receso para pensarse el apoyo al candidato socialista. Finalmente, el PP ha decidido dar sus votos a la moción de censura como mal menor y para hacer “un gobierno provisional y transitorio que rompa con las prácticas del anterior”, pese a que no ha ahorrado críticas contra los socialistas, a quien ha hecho “corresponsables” de la gestión de la alcaldesa Sabater.
“Esta no es una moción contra nadie, es una moción de censura a una gestión”, ha explicado el candidato Álex Pastor, quien sin embargo ha dejado claro que la principal motivación de su grupo para sacar a Sabater de la alcaldía han sido sus gestos hacia el independentismo. “Badalona no es independentista. No hay una mayoría independentista”, ha subrayado Pastor, que ha enumerado una lista de supuestos incumplimientos que el Gobierno, en el que hasta ahora había formaciones independentistas y no independentistas, ha infringido al pacto de investidura.
La moción de censura quedó decidida el pasado 2 de junio, después de que el PSC llamara a sus militantes a una consulta interna en la que más del 90% votó por la vuelta de su partido al Gobierno. Desde entonces, los socialistas han entrado en una “mesa técnica” de negociación con PP y Ciudadanos para garantizar la gobernabilidad de la ciudad, habida cuenta de que el PSC cuenta con solo 3 concejales de 27.
Por su parte, la alcaldesa saliente ha lamentado el fin de uno de los llamados “ayuntamientos del cambio”. “Nada que decir”, ha explicado la ya exalcaldesa, “si no fuera por cómo lo hacen y con quien lo hacen”. Sabater ha cargado contra la “incoherencia” de gobernar la ciudad con un PP a quien “acaban de echar del Gobierno desde el Congreso por corruptos”. Quien ha sido jefa del Ejecutivo municipal durante los últimos dos años ha censurado además que Pastor no haya explicado ni el programa de Gobierno ni los pactos a los que ha llegado con el PP.
Fin del aislamiento a Albiol
La candidatura de Dolors Sabater, formada por Podem, la CUP e independientes, consiguió colocarse como la segunda más votada en las municipales de 2015, por detrás del PP que gobernaba desde 2011. La mayoría de un pleno extraordinariamente fragmentado priorizó entonces formar un cordón sanitario en torno de Xavier García Albiol, cuya campaña de tintes racistas había provocado un escándalo en una parte de la ciudad.
Tras ser investida con los votos de todas las formaciones de izquierdas, incluido el PSC, la alcaldesa formó un gobierno amplio en el que sumó a ICV y ERC. Los socialistas prefirieron quedarse fuera del Ejecutivo, pero durante la legislatura suscribieron pactos puntuales, por ejemplo para sacar adelante diversos proyectos presupuestarios.
El PSC alude ahora a diversos desencuentros durante los últimos tres años, al considerar que Sabater ha puesto en entredicho la “neutralidad institucional”, cuando acudió a actos independentistas en septiembre y octubre pasado. La ruptura entre la coalición gubernamental y los socialistas cristalizó en la negociación de los últimos presupuestos, cuando la alcaldesa finalmente decidió someterse a una cuestión de confianza para sacarlos adelante. El pleno no se la dio, lo que la dejó a merced de la moción de censura que este miércoles ha salido adelante.