Reválida a la ERC que se inventó Junqueras

ERC vive un momento de consolidación en la era Oriol Junqueras. Las del 20-D serán las segundas generales que el alcalde de Sant Vicenç dels Horts afronte como presidente del partido, y unas en las que los republicanos tienen opciones de repetir el sorpasso a CDC conseguido en las europeas. Para aquellos que recelaban de la lista conjunta con Convergència que acabó materializándose en Junts pel Sí, entre los que se encontraban el propio Junqueras en un primer momento, las españolas dan la posibilidad de sacarse la espinita por no haber podido medirse entre independentistas en las autonómicas.

Las encuestas reflejan la volatilidad del momento en Catalunya. Según el tracking semanal de Celeste-tel para eldiario.es, ERC conseguiría entre 7 y 8 diputados, los mismos que la coalición de Convergència, que conseguiría un décima más en intención de voto. ERC aumentaría entre 4 y 5 respecto a 2011, mientras que CDC se dejaría la mitad de los representantes. Pero la victoria moral, donde se dirimirá la hegemonía en el independentismo, dependerá de quién quede por encima.

La ERC inventada por Junqueras, afronta su gran reválida este 20-D después de 4 años de desarrollo del proyecto, donde mostrará si puede disputar el espacio independentista a una CDC en caída libre. Pero no solo contra el independentismo de derechas. Los republicanos se medirán también con el PSC, en cuyos feudos han centrado sus aspiraciones. La fórmula Junqueras funcionó en las autonómicas de 2012, en las europeas de 2014 y, en menor medida, en las municipales de 2015, pero será en las generales de la semana que viene donde podrá acabar de ocupar el espacio por el que pelea.

La fórmula Junqueras, en una lista

Desde que Junqueras tomara las riendas del partido en septiembre de 2011, ERC ha experimentado una importante transformación. El partido ha viajado hacia el centro de la mano de un líder que se ha definido en ocasiones como liberal. También ha dejado atrás el anti-pujolismo típico de la época de Carod para mostrar su cara más leal al conjunto de partidos independentistas, entre los que ahora se encuentra Convergència. Por último, ERC se ha nutrido de los sectores que han abandonado el PSC en busca de un discurso más soberanista.

La elección de los nombres en la lista de las generales explicitan la concepción del partido que Oriol Junqueras y Marta Rovira han proyectado sobre la nueva ERC. El número uno, Gabriel Rufián, es un independiente que proviene de la ANC y Súmate, y que subraya su identidad española para defender su independentismo militante. En el número dos, el histórico Joan Tardà, representante de la Esquerra de tota la vida. Y en el senado, el juez Santiago Vidal, suspendido por el Consejo General del Poder Judicial el pasado febrero por estar redactando un proyecto de Constitución para Catalunya.

En este equipo se advierten las dos grandes apuestas del partido: el área metropolitana y los movimientos sociales independentistas. Precisamente fue el éxito en la zona más poblada de Catalunya lo que permitió a ERC alzarse como primera fuerza en las europeas, con casi 50.000 votos más que CiU. En mayo de 2014 los republicanos conquistaron la zona norte del Baix Llobregat, las dos comarcas del Vallès y la ciudad de Barcelona, pero entonces aún no habían emergido las dos fuerzas que hoy entran con fuerza en esas zonas, Podemos y Ciudadanos. Por esta razón, los de Junqueras han centrado sus críticas en Podemos, a quienes han acusado de impotencia para llevar a cabo reformas de calado en el Estado, y de quienes han puesto en duda su compromiso con el referéndum, pese a la defensa cerrada que de él ha hecho Iglesias.

Transerversalidad y procesisme

procesismeOtra de las cartas jugadas por ERC en estas elecciones es la asimilación de los valores del procés. A saber: el valor supremo de la unidad entre independentistas, las caras conocidas y la mayor transversalidad posible en el eje social. Muestra de lo primero es el acto celebrado este viernes donde la formación ha presentado un decálogo contra la corrupción, en el que los candidatos han cargado contra los casos judiciales que envuelven a los partidos no independentistas pero han quitado hierro a las acusaciones contra Convergència. “Como mucho se les puede acusar de mirar para otro lado, pero les doy un voto de confianza”, ha asegurado Vidal en referencia al actual sector dirigente de CDC.

Los republicanos, que a priori cuentan con mayor pedigrí independentista que sus rivales pero aliados de CDC, pugnan por convertirse en el partido del procés, tanto como Convergència. Los de Mas han construído una marca, Democràcia i Llibertat, que quiere parecerse lo máximo posible a Junts pel Sí, tal como explicó el propio president en funciones en una entrevista concedida esta semana, en 8TV.

Junqueras ha querido disputar ese liderazgo del independentismo el 20-D, usando como bandera el centro y la transversalidad dentro del movimiento. “En este momento nuestro papel es estar en medio del escenario, en medio de una gran tranversalidad”, ha asegurado Oriol Junqueras durante la campaña. “Cuanto más transveral es el proces más fuerte es porque más gente cabe. Es imporeante que esa transversalidad esté cosida y recosida, y nadie tiene más experiencia en coser el país que nosotros”. También la colocación de los independientes Rufián y Vidal les permite jugar en el campo procesista, con evidentes ecos del “partido del president” con el que Mas amagó durante la primavera pasada.