El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el de la Generalitat, Quim Torra, han acordado que la mesa de diálogo entre gobiernos se constituya durante este mes de febrero y que esté presidida por ellos mismos. La propuesta sobre la fecha ha partido de Sánchez como primer punto de un documento con 44 propuestas en diversas materias, y cumpliendo así la exigencia de ERC de activar el diálogo de manera “inminente”.
Según ha explicado Sánchez, será él mismo quien encabezará esa mesa junto a Torra, que también ha mostrado su voluntad de estar presente. “Le he comentado que designemos unos equipos técnicos que preparen la reunión”, ha dicho el president, para establecer el calendario y la agenda de la reunión. En paralelo, Sánchez también ha anunciado que este mismo mes desea poner en marcha la comisión bilateral del Estatut.
Torra y Sánchez se han reunido este jueves en el Palau de la Generalitat durante cerca de una hora y cuarto. Un esperado encuentro que se ha celebrado de manera cordial pese a no se producía desde hace más de un año. Los presidentes acudían a la cita con el objetivo de sentar las bases de una mesa de diálogo entre gobiernos que es una de las condiciones impuestas por el acuerdo entre el PSOE y ERC para que los republicanos facilitaran la investidura de Sánchez.
“Este encuentro traslada la voluntad sincera del Gobierno de dialogar y acordar”, ha asegurado Pedro Sánchez en la comparecencia posterior a la reunión. “Hoy es un día muy importante para Catalunya y el conjunto de España”, ha celebrado, “porque hoy comienza el dialogo para el reencuentro”. Sánchez ha subrayado que su Gobierno se empeñará en el objetivo de mantener las vías de diálogo abiertas, una “nueva etapa” que debe dar fin a una década de desencuentros que ha calificado de “lamentable” y en la que “nadie ha ganado y todos hemos perdido”.
Durante su intervención, Sánchez ha pronunciado palabras de respeto hacia Torra y que indicaban su reconocimiento como president pese a las causas judiciales que pesan sobre él. “He venido hoy con un profundo sentimiento de honor al Palau para reunirme con el actual president para dialogar”, ha dicho. “Agradezco el tono y la predisposición de Torra, con quien he mantenido un dialogo honesto y abierto pero también respetuoso entre dos presidentes”, ha añadido Sánchez en tono cordial.
Más allá de la apuesta decidida por el diálogo, Sánchez también ha puesto de manifiesto que las posiciones entre el Gobierno y la Generalitat están “alejadas y dispares”, en palabras del presidente. “La autodeterminación y las condiciones que ha planteando el president Torra demuestran que estamos ante un dialogo largo y complejo, pero que tenemos que hacer paso a paso”, ha asegurado el socialista.
Reunión paralela entre independentistas
Torra ha anunciado que, en paralelo a la puesta en marcha de equipos técnicos, también reunirá a los agentes independentistas para preparar la siguiente fase de la negociación. Una cita paralela sobre la que Torra quiere ir construyendo los consensos con los que el Govern acuda a la negociación con el Gobierno central.
“He sido muy claro con el presidente Sánchez”, ha asegurado Torra, que ha trasladado que el independentismo tiene “un consenso” basado en la “autodeterminación y la amnistía”. “Nosotros sabemos qué vamos a proponer en esta mesa, pero no sabemos qué va a llevar el Gobierno”, ha continuado el president. El jefe del Govern sí que ha relatado que Sánchez ha rechazado su propuesta de autodeterminación, hablando en cambio de “autogobierno dentro de la Constitución”.
Tras valorar de forma positiva que Sánchez haya acudido este jueves al Palau de la Generalitat, el president ha asegurado que por su parte no pondrán ningún obstáculo al diálogo. “Hace mucho tiempo que nos preparamos para ello”, ha dicho, tras lamentar que “el 'sit and talk' haya tardado tanto. Con todo, Torra ha evitado expresar optimismo respecto a los encuentros. ”Si es un cambio de ciclo, seguimos sin saberlo“, ha dicho, ”a mi me hubiera gustado saber cuál es la propuesta concreta del Gobierno“.
Agenda de mejoras “en el marco de la ley”
El presidente del Gobierno ha acudido con una detallada agenda de 44 que incluye temas clave como evitar la judicialización de la política y garantizar el diálogo institucional, una reforma de la financiación autonómica o el impulso a las infraestructuras. Además de las medidas económicas, la propuesta estrella del Gobierno es la puesta en marcha de la mesa de negociación que, según el documento, de servir para buscar de “soluciones en el marco de la ley y el respeto a la seguridad jurídica”.
El documento, con el nombre de Agenda para el Reencuentro, citaba también la mejora de la cooperación, la financiación suficiente de diversas políticas sociales y servicios de la Generalitat o el apoyo ante catástrofes naturales, un tema de actualidad cuando diversos puntos de Catalunya aún se resienten por el temporal Gloria.
Con esta agenda, Sánchez ha tratado de buscar vías de entendimiento con la Generalitat, esquivando los puntos donde las discrepancias son mayores, es decir, en lo relativo a la situación de los presos y encausados a raíz del proceso independentista, que se cuentan por decenas, y sobre el encaje institucional de Catalunya.
Para Torra, en cambio, estas dos cuestiones eran las centrales del encuentro. Según han repetido desde la presidencia del Govern en las últimas semanas, las demandas de Torra ser resumirán en una amnistía y la propuesta de celebrar un referéndum de autodeterminación. Dos objetivos que, como el president sabe, solo pueden recibir un no rotundo por parte de Sánchez, algo que Torra puede aprovechar en beneficio propio para cargar contra la vía pactista de ERC. El jefe del Ejecutivo catalán ya anunció la semana pasada que quería verse con Sánchez para “comprobar si el gobierno español tiene interés en poner fin a la represión y respetar los principios democráticos”.
Conscientes del interés que Torra y los suyos podían tener en dinamitar el diálogo poniendo condiciones difíciles de aceptar, el equipo de Sánchez ha optado por contraatacar con la agenda de los 44 puntos, que incluye propuestas concretas y estrictamente delimitadas a las competencias autonómicas y que, a su vez, un president de la Generalitat tiene difícil rechazar de plano.