La candidata a la secretaría general del PSOE y presidenta de Andalucía, Susana Díaz, ha hecho este viernes un imprevisto alto en su camino hacia Gijón para volver a Catalunya, comunidad que se le dio especialmente mal en la recogida de avales. La aspirante ha elegido la ciudad de Mataró, donde se ha comprometido con el reconocimiento de las “identidades nacionales”, aunque ha puesto el acento en preservar la igualdad por encima de diferencias territoriales.
A tres días del esperado debate entre candidatos del PSOE, la presidenta andaluza ha puesto en su brújula el debate territorial, donde sabe que su discurso puede cohesionar a las bases que miran con más recelos el soberanismo catalán. Para ello, Díaz ha cargado contra su mayor contrincante, Pedro Sánchez, a quien ha acusado de describir “vaivenes” respecto a su posición nacional. Además se ha mostrado escéptica con el reconocimiento de “naciones culturales” de las que habla Sánchez, que Díaz le ha pedido que defina.
“La única bandera que entiendo, con la que me emociono, es la de la igualdad, y las personas están por encima de los territorios”, ha aseverado la candidata, haciendo alarde de claridad de posición. Pese a eso, estando en Catalunya, la andaluza ha asegurado creer en un modelo de país “que reconozca su pluralidad, sus singularidades y sus identidades nacionales”.
La presidenta autonómica no ha tenido problemas en entrar de lleno en el debate sobre sentimientos territoriales, asegurando que es necesario reconocer “la fuerte identidad catalana”. Este es el primer ingrediente de su receta para Catalunya, que se combina con “garantizar que vamos a seguir juntos”. Con acusación implícita para Sánchez, Díaz se ha comprometido a no entrar “en una subasta de sentimientos con la cohesión territorial” para “arañar un puñado de votos”.
Junto a su posición en lo territorial, la defensa de los servicios públicos sin importar el territorio, que ya es un clásico de sus intervenciones, ha trabado el discurso de la candidata, en el que también se ha propuesto como la “garantía” de la unidad en el partido. Por eso Díaz ha llamado al acercamiento entre el PSOE y el PSC, asegurando que “los mejores años en este país los hemos dado el partido socialista en Catalunya y en el resto de España juntos y con grandes mayorías”.
Susana Díaz ha pisado este viernes Catalunya por primera vez tras la presentación de avales, en los que la militancia del PSC la castigó con apenas un 5% de firmas respecto al total del censo. Sánchez, por su parte, obtuvo un 32%. Sabiendo que Catalunya es un territorio especialmente árido para las tesis susanistas, el equipo de la candidata ha querido hacer un gesto con la comunidad, colocando un acto imprevisto en Mataró, la capital de la comarca del Maresme.
Pese a eso, el equipo de Díaz no ha arriesgado y se ha decantado por la sede de los socialistas en la localidad, una pequeña sala en la que cabían poco más de un centenar de personas. La andaluza ha llenado y, de hecho, algunos simpatizantes han quedado fuera de la sala. Pero la fotografía de este viernes en Mataró se distancia mucho del populoso acto que el miércoles protagonizó Pedro Sánchez en Sabadell, donde la plaza Picasso de la localidad albergó a más de medio millar de personas.