El proceso constituyente catalán y, en paralelo, la construcción nacional catalana, son proyectos en marcha que deben culminar. Bajo esta certeza ha presentado Xavier Domènech los ejes centrales de la nueva formación que los comunes están en pleno proceso de construcción. Según ha explicado, el nacimiento del nuevo partido se inscribe en un debate constituyente en el que los comunes propondrán, no solo un espacio político y electoral, sino todo un nuevo modelo de país.
El líder de En Comú Podem en el Congreso, que será también principal arquitecto de la nueva formación, ha ofrecido este jueves una conferencia con aspecto de entrante en un largo menú político, pocas semanas antes de que se presente el manifiesto político con el que los comunes abrirán fuego. Tras eso, comenzará el trabajo de la coordinadora, que debe florecer hacia el mes de marzo en el nuevo partido de las izquierdas catalanistas.
Si en junio pasado el diputado explicó en otra conferencia las raíces de su apuesta política, en la de este martes la ha proyectado hacia los escenarios de futuro para desentrañar el papel que en ellos debe jugar su Catalunya En Comú. Para Domènech, el partido que lanzarán esta primavera ha de ser soberanista, heredero del catalanismo popular y del cambio de época que inauguró el 15-M, y en ningún caso subordinado al catalanismo conservador de Convergència.
“Para afrontar los grandes retos, a Catalunya le hace falta un cambio de rumbo radical”, ha asegurado, después de proponer una construcción nacional que supere el concepto de estado-nación para encaminarse a la “nación-redes”. Acompañado de las principales figuras de los partidos que le acompañarán en el levantamiento del nuevo sujeto político, Podemos, ICV, EUiA, Equo y, por supuesto, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, Domènech ha propuesto un “bloque histórico de cambio”, capaz de disputar la hegemonía al actual bloque transversal independentista del PDECat (Convergència) y ERC.
Para ello, según ha explicado, tanto la construcción del nuevo partido como su aportación al debate constituyente deben huir de las abstracciones para centrarse en los objetivos concretos. En ese sentido, no se ha ahorrado disquisiciones sobre la crisis política europea, describiendo la crisis especulativa y la financiarización de las economías europeas, ante las que, según opina, las propuestas tanto de anticapitalistas como de socialdemócratas tienden a converger en sus recetas.
“El debate de las soberanías múltiples es el verdadero debate nacional en Catalunya”, entiende Domènech, que no renuncia a lanzar su propia apuesta, de corte no independentista, en medio de la que se supone recta final del proceso de construcción estatal liderado por el Govern de JxSí. En este sentido, el arquitecto considera que hay un predominio de la hegemonía cultural neoliberal que ha de cambiarse por una del bien común, que construya soberanía desde lo municipal a lo catalán y europeo.
En plenas negociaciones entre partidos, los comunes apuestan por Domènech, artífice de las dos victorias consecutivas en las generales, para impulsar un partido llamado a sacudir el convulso escenario político catalán. “Comienza un nuevo ciclo político”, ha asegurado el de Sabadell media hora después de que Mariano Rajoy anunciase los nombres de su nuevo gobierno. La idea del “epílogo” del sistema de partidos heredado de la Transición, esgrimida por Podemos durante la investidura del pasado sábado, no será un concepto ajeno a Catalunya en cuanto los comunes se lancen a la conquista de la Generalitat.