La reunión entre el presidente del Gobierno y el de la Generalitat acabó bien pero, como siempre en citas complicadas como esta, hubo nervios y algún momento de tensión entre los respectivos equipos que organizaban los preparativos. A los asesores de Pedro Sánchez no les hacía ninguna gracia que se produjese un saludo en la puerta principal del Palau de la Generalitat, justo en la fachada en la que está colgada la pancarta que reivindica la “libertad de opinión y expresión”. Preferían que el presidente entrase con el coche oficial y que el encuentro protocolario entre ambos se produjese ya en el interior del edificio, donde estaban ya situados los mossos, vestidos de gala, para recibirles con toda la pompa.
Al final, quien desempató fue Iván Redondo, el jefe de gabinete de Sánchez, que acabó poniendo paz entre los respectivos servicios de protocolo. En el Palau de la Generalitat argumentaban que siempre se recibe así a los presidentes del Gobierno y otras personalidades destacadas. Al final, se saludaron como quería el equipo de Torra. Y no pasó nada.
Según la transcripción de La Vanguardia del vídeo de ese momento, la toma de contacto fue así:
- (Torra): Hola
- (Sánchez): President, ¿cómo estás?
- (T): Creo que tienes que ir a mi derecha
- (S): ¿Ah sí?
- (T): Entraremos por el patio. ¿Un poco ya lo conoces no?
- (S): Estuvimos comiendo…
- (T): Yo quería enseñarte la última adquisición que tenemos...
Tras enseñarle la estatua El Desconsol de Josep Llimona que hizo instalar en el Palau el propio Torra, ambos mandatarios accedieron al despacho del president -decorado con las banderas española y la senyera (más arrugada) en una esquina- y empezó la reunión. Primero en los sofás y después ya en la mesa.
Ambos convinieron rápido en que tienen que estar al frente de las negociaciones. Sánchez comentó que hablaría también con sus socios de Podemos sobre cómo estructurar la mesa de negociación surgida del acuerdo de investidura entre PSOE y ERC.
Según fuentes conocedoras de la conversación, el 80% estuvo dedicada a hablar de cómo afrontar estos próximos meses. Torra le insinuó a Sánchez que en esta nueva etapa debe tener en cuenta también a los interlocutores que están en la cárcel o en el extranjero. Pero en la hora y media que duró el encuentro, hubo también tiempo para hablar de los efectos del temporal 'Gloria', que Sánchez pudo comprobar en la visita que hizo en helicóptero hace un par de semanas.
Al acabar la reunión, y cuando Sánchez ya había salido del despacho para dirigirse a la sala daurada donde preparó la comparecencia ante los medios, Torra se dio cuenta que encima de la mesa había unos papeles.
“El presidente se ha dejado estos papeles”, dijo Torra a un asesor de Sánchez.
Dentro estaba el documento con las propuestas que La Moncloa había filtrado a los medios justo al empezar el encuentro y en el que se resumen las propuestas que el Gobierno central hace para avanzar en el diálogo. Pero Sánchez no llegó a darle la propuesta a Torra y los asesores del presidente del Gobierno aclararon el malentendido.
“No, president, este documento es para usted”.