El expresident Carles Puigdemont ha explicado cómo fue su huida de Catalunya -que él mismo califica de “ingeniosa”- el día de la investidura de Illa, cuando escapó del radar de los Mossos, que no fueron capaz de detenerle ni evitar que volviera a Waterloo. “No hubo necesidad de esconderme en el maletero de un coche, como afirman que hice. Me senté en la parte trasera de un vehículo privado”, ha asegurado en un artículo publicado en 'Politico'.
Puigdemont explica que se vio obligado a activar el “plan alternativo” para evitar lo que considera una “detención ilegal”. Su intención, reitera, era asistir a la investidura para ejercer sus “derechos políticos intactos” como diputado electo del Parlament, pero lamenta que la justicia española ordenara a la policía catalana que “aprovechara” la ocasión para detenerle.
Fue el mismo expresident quien anunció su vuelta a Catalunya, así como el día, la hora y el lugar en el que se daría su primer -y único- baño de masas tras siete años en el exterior. Pero al ver que la policía había acordonado toda la zona cercana al Parlament, fue cuando decidió activar el “plan alternativo”. “Si lo hubiera intentado [asistir a la investidura], habría sido como entregarme a las autoridades judiciales, que creo que carecen de autoridad legal para perseguirme”, considera Puigdemont.
“No volví a Catalunya para que me detuvieran”, reitera en el artículo. La opción B del expresident era “hablar en el acto, eludir la detención ilegal y salir de España”. Pero asegura que “no fue fácil” debido al operativo Jaula que dispuso controles en puntos estratégicos de todas las carreteras catalanas.
El expresident también ha aprovechado para criticar la magnitud del dispositivo para detener a un diputado, “no a un terrorista ni un traficante de armas, ni un asesino ni un violador”. Y asegura que la última vez que se aplicó este operativo fue, precisamente, durante su mandato y a raíz de los atentados de Barcelona y Cambrils.
Puigdemont expresa que su intención es permanecer en Waterloo hasta que “la justicia vuelva a los tribunales españoles y los jueces respeten una ley aprobada”.