El expresident y candidato de Junts a las elecciones del 12M, Carles Puigdemont, ha dejado su residencia en Bélgica y se ha instalado en el sur de Francia, en la comarca del Vallespir, de cara a la campaña electoral. Su intención, según fuentes del partido, es quedarse ya en su nuevo domicilio con el horizonte de regresar a Catalunya después de los comicios y con la ley de amnistía aprobada.
Después de seis años en su residencia belga de Waterloo, Puigdemont decide así poner toda la carne en el asador de una campaña en la que su formación prevé celebrar actos presenciales desde el sur de Francia, que consideran la Catalunya Nord. Tal como afirmó el expresident, su voluntad es asistir al debate de investidura del nuevo Parlament presencialmente.
Puigdemont presentará oficialmente la candidatura que encabeza este sábado en Elna, el mismo municipio de la comarca francesa del Rosellón donde ya confirmó que se presentaba a las elecciones catalanas del 12M para “restituir” su presidencia. Este mismo viernes se ha conocido que le acompañarán en la lista el exconseller Josep Rull y políticos de su círculo como Josep Rius o Albert Batet.
Más allá de incógnitas como si participará en debates electorales y cómo –Pere Aragonès le ha retado a uno con Salvador Illa “donde sea”–, lo que sí tiene claro Junts es que la campaña será esta vez sin pantallas de por medio, a diferencia de lo que sucedió en diciembre de 2017, y con actos presenciales del candidato en la región fronteriza francesa. Para ello Puigdemont se ha instalado ya en el Vallespir desde la pasada Semana Santa, confirma el partido, que no concreta el municipio. Solo especifican que está a menos de una hora en coche de Girona.
En la agenda de Puigdemont antes del 12M quedan todavía algunos plenos del Parlamento Europeo, donde es actualmente diputado, pero el dirigente ha asegurado que no tiene intención de volver a presentarse a las elecciones europeas, que están previstas para junio, poco después de las catalanas.
Sobre su ansiado regreso a Catalunya, del que no ha dado tampoco detalles hasta ahora, solo afirmó en su día que contaba asistir al pleno del Parlament en el que se vote la investidura. Aunque la ley de amnistía que ha pactado con el PSOE pueda estar recurrida ante el Tribunal Constitucional en ese momento, cuenta con que las órdenes de detención queden levantadas una vez concluya la tramitación de la medida de gracia.