Las políticas sociales prometidas por el Ayuntamiento de Barcelona para hacer frente a la venta ambulante siguen conviviendo con una actuación policial que se ha reavivado especialmente en los últimos días. Este lunes un gran despliegue de la Guardia Urbana ha registrado dos pisos en un operativo contra la venta ambulante. Fuentes cercanas al colectivo de manteros explican que los agentes han entrado por la mañana en un piso en el barrio del Besòs donde había siete vendedores, uno de los cuales ha sido detenido, y uno ha resultado herido huyendo de la policía cuando han irrumpido en el inmueble.
Desde el Ayuntamiento de Barcelona aseguran que no es una operación contra manteros sino en materia de propiedad industrial, y que los pisos registrados eran depósitos de material en grandes cantidades. Desde el colectivo de apoyo a los vendedores remarcan que el material requisado no les permite seguir trabajando y que el gran despliegue de antidisturbios de la policia municipal en el barrio contribuye a criminalizar a los vendedores.
La operación de la Guardia Urbana se produce en el marco de una investigación en materia de propiedad industrial, pero sólo una semana después de un gran despliegue coordinado con la Policía Portuaria y los Mossos para evitar la presencia de vendedores en el Puerto de Barcelona. El comisionado de Seguridad del Ayuntamiento, Amadeu Recasens, aseguró que el operativo se mantendría durante los siguientes días para “dar un mensaje claro de que no hay zonas en la ciudad donde se pueda practicar la venta ambulante ilegal”.
Unos días más tarde la teniente de alcaldía de derechos sociales Laia Ortiz presentaba una serie de medidas en clave cooperativa para buscar soluciones a la problemática. Presentó junto con ERC una Mesa de Ciudad que permita profundizar en medidas de autoempleo y emprendimiento para dar una salida legal a los vendedores ambulantes.