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'Ropa Limpia' exige a Benetton que indemnice a las víctimas del Rana Plaza

Jordi Molina

Barcelona —

“No fue un accidente, fue un homicidio”. Es lo primero que explica la portavoz de la Campaña Ropa Limpia-SETEM de Catalunya, Marta Solano, cuando se le pregunta por la tragedia del Rana Plaza. Según ella, “se hubiera podido evitar” si las condiciones laborales y el protocolo de seguridad hubieran sido los adecuados. Un año y medio después de aquel accidente en Savar, en la periferia de Daca (Bangladesh), las consecuencias aún son, en muchos casos, insalvables. Y es que esta república popular de Asia meridional situada en el golfo de Bengala, ha sido durante demasiado tiempo, y para demasiadas multinacionales del textil, un macro taller donde descuidar la normativa con total impunidad.

El 24 de abril de 2013 se derrumbó el edificio Rana Plaza, que acogía 5 fábricas de ropa, debido a las malas condiciones del edificio. “Un día antes, muchos trabajadores habían dicho que no irían a trabajar debido al estado de la fábrica, pero les obligaron a hacerlo”, explica Solano. El resultado fue fatal y de dimensiones colosales: 1.138 trabajadores murieron, 2.000 resultaron heridos y 200 niños quedaron huérfanos. “Nos encontramos con que muchos familiares de las víctimas y de las personas heridas que han sufrido amputaciones viven ahora en la indigencia”, añade la portavoz.

Ante este drama, el mundo del cooperativismo internacional se puso a trabajar a través de la Campaña Ropa Limpia, que nació en los Países Bajos en 1989, y que está activa en diez países europeos y coopera con grupos de trabajadores del sector textil organizados en todo el mundo. En febrero de este año se creó el Fondo de Compensación Internacional con el objetivo de hacer frente a la indemnización a los familiares de las víctimas y los heridos de la tragedia de Bangladesh. Desde entonces, algunas empresas han aceptado colaborar, como las españolas Mango, Inditex o El Corte Inglés, pero otros, como la italiana Benetton, han ignorado el llamamiento de las ONG.

“Es la única empresa internacional vinculada directamente a la tragedia de Bangladesh que no ha aportado ni un céntimo al fondo de compensación”, explican desde la Campaña Ropa Limpia. Y eso que hay un puñado de pruebas –como etiquetas y facturas encontradas en la zona– que hacen evidente el vínculo de la empresa con las fábricas. Los activistas piden a Benetton que contribuya con 5 millones de dólares al fondo de compensación para las víctimas, una cantidad que consideran “proporcionada” si se tienen en cuenta los beneficios de la empresa.

Camino del segundo aniversario de la tragedia

Camino del segundo aniversario de la tragediaEn abril se cumplirán dos años de una de las tragedias laborales más importantes. Bangladesh, el séptimo país más poblado del mundo, sigue siendo uno de los países con el índice de pobreza más elevado. La Campaña de Ropa Limpia, liderada por la ONG SETEM en el Estado, no quiere llegar a este aniversario con el Fondo de Compensación incompleto. “Desde la zona nos están pedido apoyo. Por más presión que hagan sobre el terreno, hay que apelar a la conciencia del consumidor occidental”. Y es que la presión popular es la responsable de que otras grandes empresas hayan contribuido con el recaudo, aunque ninguna de ellas ha querido detallar la cantidad.

La acción de este miércoles a las 19:00 horas, a las puertas de la tienda situada en el Portal del Ángel de Barcelona, pretende presionar a la compañía italiana, pero también informar al consumidor sobre las prácticas de la empresa. “La gente tiene que saber, antes de gastarse el dinero, cómo de transparentes y éticas son las empresas donde van a comprar”. Imágenes impactantes de la tragedia y datos hirientes sobre las consecuencias convivirán durante un rato con el paisaje navideño. “No se nos escapa que, en estas fechas, a Benetton no le interesa nada esta campaña, por eso estamos seguros de que, al final, pagarán”, confía Solano.

Además de promover el Fondo de Compensación, las ONG desplazadas a Savar están haciendo un trabajo exhaustivo en términos de seguridad laboral. Desde hace meses han impulsado un protocolo que, hasta este septiembre, había dado lugar a más de 2.000 inspecciones que terminaron con el cierre de decenas de fábricas por su mal estado.

Menos París, que se manifestó ayer, muchas otras capitales europeas se sumarán, aprovechando el Día de los Derechos Humanos, a la reivindicación de hoy. En el Estado, habrá acciones en hasta siete ciudades. Antes de la movilización, tal y como recuerdan desde Ropa Limpia, se ha intentado hablar con las sucursales de Benetton. De hecho, en Catalunya se han enviado cartas a las 55 tiendas de Benetton, sin obtener ninguna respuesta positiva.