Los trabajadores del servicio social del Ayuntamiento de Barcelona que atendía a la familia fallecida este martes en el incendio de la sucursal bancaria en la que malvivían en la plaza Tetuán, en pleno centro de la capital catalana, han clamado contra la falta de recursos y la ley de extranjería que “aboca malvivir en infraviviendas” a muchas familias ante las dificultades de obtener un permiso de residencia y, con él, ayudas sociales.
Una pareja y sus dos hijos, de tres y un año de edad, murieron este martes al incendiarse la oficina bancaria abandonada que ocupaban. La tragedia ha vuelto a poner de manifiesto la precaria existencia que atenaza a los más vulnerables por la falta de techo y de papeles, justo cuando se cumple un año del incendio que acabó con la vida de dos hombres en una nave de Badalona.
La pareja llevaba más de una década residiendo en España pero sin conseguir permiso de residencia y trabajo, por lo que tenían que ganarse la vida recogiendo chatarra o, en ocasiones, mendigando en la misma puerta del local ocupado. Pese a tratare de una infravivienda, la familia mantenía la antigua oficina bancaria en las mejores condiciones posibles.
En un duro comunicado, los trabajadores del Servei d’Intervenció Social de Famílies amb Menors (SISFAM), el servicio de 12 trabajadores sociales del Ayuntamiento que atiende a menores que viven en asentamientos precarios o naves, han manifestado su “consternación y tristeza” por la tragedia que ha acabado con la vida de la familia que atendían.
El SISFAM les habían proporcionado alimentos y atención médica, así como escolarizado al hijo mayor fallecido en una escuela del barrio y tramitado su padrón sin domicilio fijo, requisito imprescindible para acceder a prestaciones sociales.
Los trabajadores han manifestado que la mayoría de familias en situación similar a la fallecida no pueden acceder a las “pocas” alternativas de vivienda que ofrece la administración o al mercado laboral por falta de un NIE, es decir, por las dificultades para regularizar su situación administrativa, lo que las empuja a “malvivir en infraviviendas”.
“Es flagrante que no se haga nada para evitar que haya infancia que tenga que vivir en estas condiciones de pobreza, riesgo y exclusión social”, han apostillado los trabajadores, además de recordar que existen más familias con menores en la misma situación de infravivienda –481 personas, de las que 156 son menores de edad, según los datos facilitados este martes por el consistorio.
Los profesionales también han querido trasladar sus condolencias a las familias de los fallecidos, un hombre de 40 años de origen paquistaní, su pareja que llegó a Barcelona desde Romanía, y sus dos hijos pequeños, ambos nacidos en la capital catalana, que llevaban dos años en esa oficina precariamente reconvertida en vivienda. Los Mossos d'Esquadra siguen investigando las causas del incendio y mantienen abiertas todas las hipótesis
El local estaba incluidi en el informe sobre naves y espacios ocupados que los Mossos d'Esquadra elaboraron a raíz del incendio que en diciembre de 2020 provocó dos muertes y 19 heridos en una nave industrial de Badalona donde vivían migrantes de origen africano.