El mismo día que el presidente Pedro Sánchez convocó las elecciones Generales para el 23J, el exconseller Jaume Giró anunció que se postulaba como cabeza de lista de Junts al Congreso. El financiero pertenece al sector pragmático de la formación, el mismo que en aquel momento acababa de ganar una importante partida interna con la victoria de Xavier Trias en Barcelona. Pero Carles Puigdemont abortó la operación rápido y, ese mismo día, publicó una foto de Míriam Nogueras, señalándola para continuar liderando su grupo en Madrid. Giró amagó con presentarse a unas eventuales primarias pero, en cuanto fue consciente de que tendría a Waterloo en contra, optó por apartarse.
Aquel movimiento fugaz de Giró ilustra el peso que tuvo el expresident en la confección de la lista de Junts. Carles Puigdemont supervisó y dio su visto bueno a todos los candidatos con posibilidades de convertirse en diputados en el Congreso. El fruto de aquella selección es que el grupo independentista estará compuesto por siete hombres y mujeres 'puigdemontistas' de pura cepa y de probada fidelidad al eurodiputado, algo destacable en un partido fragmentado en incontables familias casi nunca bien avenidas.
Míriam Nogueras, cabeza de lista por Barcelona y la elegida para volver a llevar la voz cantante, es buena muestra de cómo son los siete diputados de Junts que tienen en sus manos la investidura de Pedro Sánchez.
Nogueras es una empresaria del sector textil de la comarca del Maresme que viene del nacionalismo tradicional de CiU, partido por el que fue concejal, y que se forjó en los primeros movimientos de base que alumbraron el procés. De esta forma fue adoptando un independentismo cada vez más desacomplejado y asumiendo responsabilidades, primero en el PDeCAT y después en Junts, siempre de la mano de Jordi Turull, su gran apoyo.
Pero la etiqueta que mejor le encaja a Nogueras es la de 'puigdemontista', más que cualquier otra de sus filiaciones. Desde 2015, cuando entró por primera vez al Congreso, pero sobre todo a partir de 2018, la actual jefa de filas de Junts en Madrid siempre ha seguido a rajatabla la estrategia del expresident, como cuando en verano de 2020 le tocó romper el carnet del PDeCAT, del que era vicepresidenta, para saltar a Junts a la vez que Puigdemont se desgajaba de su anterior partido con todos sus fieles.
También la número dos por Barcelona, Pilar Calvo, es una persona con una trayectoria política ligada al expresident. Periodista de profesión y cara conocida de los medios catalanes durante varias décadas, en 2017 fue pescada por Puigdemont desde Bruselas para sumarse a la lista repleta de independientes que formó el primer Junts per Catalunya para las elecciones al Parlament, convocadas bajo el 155.
En su momento, Calvo se destacó también como portavoz de los presos Jordi Sànchez, Jordi Turull, Joaquim Forn y Josep Rull, durante la huelga de hambre que emprendieron en 2018.
Un caso muy similar es el de Eduard Pujol, otro periodista de larga trayectoria que emprendió la carrera política en aquella primera lista con la que Puigdemont trató de desbordar el antiguo espacio de Convergència.
Pujol fue portavoz del grupo de Junts en el Parlament entre principios de 2018 y octubre de 2020, hasta que dos mujeres elevaron en el partido una denuncia contra él por acoso sexual. Junts tomó cartas y le apartó. Pero finalmente las mujeres no formalizaron sus denuncias ante el juzgado y el juez cerró el caso considerando que se trataba de falsas acusaciones, e incluso abriendo causa penal contra una de ellas.
El periodista ha vuelto a la política como número de tres de Junts en el Congreso y ha conseguido escaño. Es el último de los tres barceloneses que componen el grupo, a quienes hay que sumar los otros cuatro que Junts ha obtenido, dos en Girona, uno Tarragona y otro más en Lleida.
Marta Madrenas es exalcaldesa de Girona, una línea del currículum que comparte con Puigdemont. Ella acaba de dar el salto desde la política municipal a la estatal, tras dos mandatos en los que el dominio posconvergente de la ciudad se ha ido apagando. Pese a eso, la gerundense es una persona de total confianza del eurodiputado, al que ya acompañó como número tres en la lista municipal que el entonces aspirante a alcalde de Girona encabezó en 2015.
Josep María Cervera, el segundo de Girona, viene de ser senador y también tiene experiencia municipal como alcalde de Port de la Selva. Es otro de los antiguos convergentes, con hoja de servicios en CiU, que en su momento se sumó a la oleada independentista de 2012 y acabó presidiendo la AMI, asociación independentista de municipios. Una entidad que también llegó a dirigir Carles Puigdemont.
Josep Maria Cruset, diputado por Tarragona, e Isidre Gavín, de Lleida, completan el cuadro de la formación en Madrid. En el caso de ellos dos, en sus perfiles pesa mucho más la gestión, habiendo ocupado puestos de relevancia en la administración catalana, como la presidencia del Port de Tarragona, Cruset, o la secretaría de Movilidad de la Generalitat, en el caso de Gavín.
Otro rasgo que une a estos dos diputados es que ambos tienen dos importantes valedores. Cruset al secretario general del partido, Jordi Turull, mientras el segundo es más cercano a Josep Rull. Dos padrinos que tienen suficiente peso propio dentro de Junts como para comandar sus propias familias, pero que en los últimos tiempos han estado muy alineados con Puigdemont y la estrategia que marca desde Waterloo.
Los siete representantes de Junts en la Cámara Baja son, en definitiva, mujeres y hombres que forman parte del círculo más próximo a Carles Puigdemont, quien actúa como jefe indiscutido de la fuerza política pese a no tener, sobre el papel, ningún cargo orgánico. Y son siete votos que, salvo sorpresa, cumplirán la directriz del expresident para propiciar una investidura de Pedro Sánchez u optar por la repetición electoral.
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