El juez condena a 5 años y medio de prisión al líder del grupo 'pilla-pilla' por amenazar y humillar a homosexuales
El juez de lo penal de Granollers (Barcelona) ha condenado a cinco años y medio de cárcel Mykola Z., el líder del grupo pilla-pilla, de inspiración neonazi, por amenazar y humillar a homosexuales a los que engañaba haciendo creer que tenían una cita.
Los otros cinco acusados de participar en las emboscadas homófobas han sido condenados a penas de entre nueve meses y tres años de cárcel por delitos contra la integridad moral, coacciones y revelación de secretos referentes a la orientación sexual de sus víctimas. El magistrado ha impuesto también una indemnización de 18.000 para dos de las víctimas y el cierre de las redes sociales de uno de los condenados.
Los hechos probados por el juez avalan el relato de la Fiscalía y las acusaciones de víctimas y la popular. El juez sentencia que a finales de 2013, Mykola Z. y el resto de acusados (y otras cinco personas no identificadas) se valieron de su fuerza numérica para “abordar” a las tres víctimas, rodearlas y retenerlas en un parque de las afueras de Granollers.
Una vez se aseguraban que la víctima no podía huir, continúa la sentencia, Mykola Z. dirigía un interrogatorio grabado en vídeo por otro condenado en el que “en tono intimidatorio” se obligaba a las víctimas a identificarse y a responder preguntas sobre su orientación sexual. Luego Mykola Z. editaba los vídeos y los subía a Internet.
El magistrado también considera probada la inspiración neonazi del grupo debido a que Mykola Z. (no así el resto de condenados) “mantenía contacto” a través de redes sociales con Martin Martsinkevich, el líder del grupo ultra ruso Okkupay Pedofilyay, dedicado a la persecución, humillación y vejación de homosexuales.
La Fiscalía pedía 21 años de cárcel para el líder del grupo, Mykola Z., por los tres ataques homófobos, misma pena solicitada para el acusado de grabar las agresiones. Para otros dos acusados pedía seis años de cárcel, mientras que para los implicados en una sola agresión reclamaba dos años de prisión.
Por su lado, las asociaciones LGTBI de toda España, que por primera vez ejercían de forma conjunta la acusación popular, solicitaban 15 años y nueve meses de prisión para los dos principales acusados, 5 años y tres meses para uno de ellos y un año y nueve meses para el resto.
