SOS Racisme alerta que el confinamiento provocó que no se denunciaran casos de racismo
SOS Racisme identificó 182 situaciones de racismo en Catalunya en 2020, año en que aumentó el porcentaje de situaciones no denunciadas, que pasaron del 32 al 46%, según ha informado la entidad este jueves en la presentación del duodécimo informe '(In)visibles: El estado del Racismo en Catalunya'. En 2020 SOS Racisme ha atendido un total de 590 personas, de las cuales 418 se dirigieron por primera vez a la entidad, y han identificado 182 de estas situaciones como constitutivas de racismo, de las cuales 83 no han podido denunciar y 99 han sido denunciadas y asumidas como casos nuevos en 2020.
Desde SOS Racisme han explicado que aún existen 172 casos de años anteriores que aún están abiertos y pendientes de resolución. Respecto a 2020, la entidad ha destacado tres temas “que han marcado el 2020”: la repercusión de la pandemia en los casos de racismo estructural, la violencia y la represión policial, y el derecho a la vivienda, que consideran que “todavía es un privilegio para muchas personas”.
SOS Racisme ha remarcado que el informe tiene como objetivo denunciar públicamente las situaciones discriminatorias y racistas, sensibilizar y concienciar a la sociedad, e incitar las administraciones catalanas que planifiquen políticas públicas por “la igualdad de derechos y oportunidades”. Las portavoces de la entidad han indicado que 2020 ha sido “convulso” por la pandemia, y que el confinamiento ha marcado los ámbitos donde se ha dado el racismo y el nivel de infradenúncia, que se han concentrado en las actuaciones por parte de los cuerpos de seguridad pública y las situaciones entre vecinos.
Por ello, la entidad ha enfatizado que el confinamiento domiciliario en 2020 ha incrementado las situaciones relacionadas con seguridad pública y particulares, que han sumado un 50% del total de casos. El informe ha revelado que la tipología de situaciones no denunciadas han sido los abusos y discriminaciones por miembros de seguridad privada (60%), las discriminaciones en derechos sociales (55%), las agresiones y abusos por parte de cuerpos de seguridad pública ( 54%), y entre particulares (44%).
Los datos presentados han expuesto que el principal motivo por el que las personas que se han dirigido a SOS Racisme y no han seguido con el proceso de denuncia ha sido el recelo hacia el sistema y su impunidad en un 39% de las situaciones, y el 27% por la vulnerabilidad de algunas de las personas. El informe se han completado con un análisis sobre los datos recogidos por Said (Servicio de Atención y Denuncia) durante todo el año, que siguió activo durante el confinamiento efectuando entrevistas telefónicas y virtuales, además de mantener el servicio para correo, la web y mensajería instantánea.
La coordinadora del Servicio de Atención y Denuncia de SOS Racisme, Alicia Rodríguez, ha afirmado que “el 47% de personas están regularizadas, mientras que el 36% tienen nacionalidad española, y es importante destacar que sólo un 5% se encuentran en situación irregular ”. “Esta situación nos lleva a la conclusión de que también existe discriminación hacia ciudadanos españoles, la estabilidad administrativa facilita la denuncia, y que no identificamos un gran número de situaciones en los colectivos que son más propensas a sufrirlas”, ha añadido.
Gemma Ferreón, coordinadora de Incidencia de SOS Racismo, ha expresado que “las calles vacías han hecho crecer las agresiones porque faltaban testigos, y los políticos han seguido con su racismo institucional, leyes racistas y sus discursos dirigidos 'a los y las españolas', excluyendo los migrantes”. SOS Racisme ha manifestado su intención de compartir estas reflexiones y que sus datos sirvan como “herramienta de denuncia e incidencia en los colectivos, las entidades y las personas que luchan diariamente contra el racismo”.
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