Torra pide “coraje” a Sánchez para pactar un referéndum y se apoya en la economía para defender su primer año de gestión
“Ya ejercimos el derecho de autodeterminación, ahora nos proponemos hacerlo realidad”. La frase la pronunció el president de la Generalitat, Quim Torra, el pasado 4 de septiembre de 2018. Se iniciaba un nuevo curso político y el president anticipaba un curso de confrontación y movilizaciones. 9 meses después, Torra ha hecho balance de su primer año de gobierno sin mencionar explícitamente la independencia ni la llamada “implantación de la república” y ha centrado su discurso en la negociación de un referéndum de autodeterminación.
Torra se ha apoyado en los buenos indicadores económicos para defender su primer año al frente de la Generalitat. El president ha esgrimido datos como la reducción del paro (-2,6%), el aumento de la ocupación (+2,7), el crecimiento (+2%) y la creación de nuevas empresas (+4,1%) para defender la acción de un Ejecutivo al que tanto la oposición como los empresarios (la semana pasada en el Círculo de Economía en Sitges) acusan de inmovilismo. “Esta es una economía robusta, sólida, el país va en marcha y va bien ante un entorno que lo ha tenido todo enfrente menos la normalidad”, ha subrayado Torra. “Podemos estar muy orgullosos”.
Torra ha defendido su acción de gobierno ante lo que considera un “lastre vital”. Según Torra, a la hora de valorar su gestión se debe tener en cuenta que han luchado contra un “déficit fiscal insostenible, un déficit crónico en inversión en infraestructuras y una política recentralizadora”.
El Govern lleva desde 2017 con los Presupuestos prorrogados y durante este año el Parlament ha aprobado tres leyes. Torra confía en que, una vez superado el ciclo electoral y ante unos años sin elecciones a la vista, las distintas fuerzas políticas accederán a negociar la aprobación de unas nuevas cuentas para la Generalitat. “Debemos aprobarlos por sentido de la responsabilidad”, ha señalado el president en rueda de prensa.
Torra ha precisado que “no tiene planteado” convocar elecciones anticipadas y se ha mostrado dispuesto a agotar la legislatura “hasta la Constitución catalana”. El president ha matizado, sin embargo, que en medio hay un “punto de inflexión” que será la sentencia del Tribunal Supremo a los políticos independentistas. Torra ha anunciado una “ronda de contactos” con distintas organizaciones para “ver si somos capaces de encontrar la unidad estratégica” aprovechando que se ha acabado el ciclo electoral. A diferencia de lo que decía hace unos meses, Torra ha subrayado que nunca se ha considerado un “presidente provisional”.
A pesar de la poca actividad legislativa, Torra ha defendido que su equipo ha recuperado la “capacidad normativa” y se ha jactado de haber “reactivado” Catalunya. Según el dossier entregado a los periodistas, la acción legislativa del Govern se resume en 7 proyectos de ley, 17 decretos ley y 11 memorias preliminares.
Torra pide una propuesta al Gobierno central
El president ha insistido en su oferta de diálogo al Gobierno central y ha conminado al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a “volver a la mesa del diálogo”. Torra persiste en la figura de un relator para que “dé conocimiento” de las negociaciones y ha pedido a Sánchez que tenga “coraje” para “enfrentarse al reto que el mundo entero le pide: que se siente a negociar con el Govern el ejercicio del derecho de autodeterminación”.
“Alguien se levantó de la mesa de diálogo y no fuimos nosotros”, ha insistido el president. Torra ha señalado que, a día de hoy, la Generalitat no conoce cuál es la propuesta que hace el Ejecutivo central para Catalunya. “Después de un año sigo sin saber qué propone el Gobierno”, ha remachado el president, que defiende una negociación en la que se pongan en un papel las pretensiones de un lado y del otro para empezar a negociar.