Con los Mossos d'Esquadra en el centro de las negociaciones para formar Govern, el major de la policía catalana, Josep Lluís Trapero, se ha pronunciado públicamente este lunes en el debate sobre el modelo de orden público abierto tras los altercados en las manifestaciones. El major se ha abierto a algunos cambios, en especial en lo que se refiere a la evaluación de las actuaciones policiales, siempre que así lo apruebe el Parlament. Pero el mensaje más claro lo ha dirigido a los políticos, a quienes ha recordado que de ellos depende la resolución de los conflictos sociales.
“La policía no tiene la responsabilidad de gestionar las demandas de la ciudadanía que sale a protestar”, ha afirmado el major en su intervención en unas jornadas organizadas por el Síndic de Greuges, el defensor del pueblo catalán, sobre el modelo de orden público. Trapero ha reiterado que la resolución de los conflictos sociales “se escapa” de las competencias policiales y ha mantenido que los Mossos “reciben el fracaso de una verdadera inexistencia de la gestión del conflicto”. “Mal cuando solo hablamos de policía para hablar de gestión de la protesta”, ha sentenciado.
Trapero incluso ha puesto como ejemplo la actuación de los Mossos en los desahucios, una intervención que la CUP reclama eliminar en las negociaciones con Junts y ERC para formar Govern. Si bien Trapero ha remarcado que los Mossos “actuarán siempre” para cumplir una orden judicial como un desahucio, el major sí ha pedido preguntarse “qué ha fallado en el sistema para que nadie antes haya podido evitar” que una familia se quede sin casa. “La policía somos la última herramienta de un sistema que señala falsos culpables antes que buscar soluciones”, ha apostillado el major, en una referencia implícita a las propuestas de los anticapitalistas.
El de Trapero ha sido un mensaje en dos sentidos. Por un lado, hacia los políticos, pero sin olvidar el debate sobre el modelo de orden público de los Mossos que ha vuelto con fuerza al primer plano (si es que alguna vez se había ido) a raíz de que un agente de la policía autonómica vaciara el ojo a una manifestante proPablo Hasel con una bala de 'foam' en las protestas del pasado mes de febrero.
Trapero ha reafirmado es su apuesta por el modelo de orden público que él mismo implantó en los Mossos después de actuaciones desproporcionadas y polémicas como las de la plaza Catalunya contra los indignados del 15-M o el caso Ester Quintana, en las que un agente dejó sin ojo a la vecina de la Verneda. El major se ha mostrado partidario de priorizar la mediación y la intervención mínima, que rehúye de disolver manifestaciones en su conjunto y apuesta por aislar y actuar individualmente con los violentos.
Respecto a eventuales cambios en la gestión de los antidisturbios, Trapero ha indicado que los Mossos acatarán lo que decida el Parlament en la próxima legislatura, aunque ha dado algunas pistas sobre los aspectos que, a su juicio, cabría mejorar. El más destacado es el de que todas las actuaciones de los antidisturbios se graben por parte de otra unidad de la policía autonómica para que el centro de mando de los Mossos esté “en disposición de reportar todas las actuaciones y grabaciones”.
Ligado a este punto, Trapero también ha apostado por que el centro de mando de los Mossos reciba imágenes en directo de las actuaciones para “mejorar la coordinación” y evitar errores por información incompleta, de forma que el mando de los dispositivos sea “más preciso” y que las intervenciones de las unidades de orden pública “tengan menor margen de interpretación de las órdenes”. Por último, Trapero ha abogado por “procesos de evaluación continúa” del personal que forma los antidisturbios y el resto de unidades de los Mossos.
“La policía no tiene que ser la única respuesta a la crisis”, ha cerrado el major, para a renglón seguido insistir: “La policía no hace lo que quiere; sino lo que dice la norma y las autoridades. Cuando se aleja de los protocolos, ya sea un agenta o la cadena de mando, debe ser corregida, pero cuando sigue la norma la policía debe ser defendida”.
Los expertos internacionales apuestan por la transparencia
Previa a la intervención del major han debatido varios expertos internacionales en materia de orden público, cuyo punto en común ha sido la apuesta por la transparencia de la policía, una de las críticas que a menudo se vierten sobre la policía catalana por parte de entidades de derechos humanos. El centro Irídia, por ejemplo, lleva años pidiendo mecanismos de control efectivos y transparentes de las actuaciones de los Mossos.
“La única razón para que algo permanezca en secreto debe ser el interés público no el interés policial en que sea secreto”, ha aseverado Sir Hugh Orde, exalto mando de la policía británica y autor de un informe sobre la actuación de Guardia Civil y Mossos en la conselleria de Economía el 20 de septiembre de 2017. La 'ombudsman' policial de Irlanda del Norte, Marie Anderson, ha pedido que la policía actúe “desde una perspectiva de derechos humanos y compromiso con la comunidad”, mientras que la presidenta de Eurocop, Àngels Bosch, ha mantenido que los gobiernos “no pueden dejar sin herramientas” a sus policías para abordar la violencia en la calle.
Precisamente el conseller de Interior, Miquel Sàmper, ha vuelto a prometer en el discurso que ha abierto las jornadas que en los próximos días el departamento hará públicos los protocolos sobre el uso de las balas de 'foam', algo que el Parlament viene reclamando desde hace más de dos años.