Manuel Valls ha celebrado este jueves la puesta de largo de su candidatura a la alcaldía de Barcelona. Arropado por los líderes de Ciudadanos en Catalunya, ha dejado atrás la imagen del 'panot' -el clásico adoquín del Eixample- que le acompañaba hasta ahora para lucir una V gigante en un acto con aires de mitin en el que ha arremetido nuevamente contra el independentismo y contra Ada Colau como los responsables del “deterioro” de la ciudad.
Si hasta ahora parecía que el exprimer ministro francés iba por libre, sobre todo por su intención de marcar un perfil catalanista y socialista que le alejaba de Ciudadanos -el único partido que lo apoya-, en esta ocasión se ha rodeado de gente. Todos los concejales del partido naranja en Barcelona estaban en la primera fila -también la de Madrid, Begoña Villacís- y al escenario han subido, entre otros, Inés Arrimadas, la exsenadora de CiU y dirigente de Unió, Eva Parera, o el exvicepresidente de la entidad constitucionalista Societat Civil Catalana, Joaquim Coll.
Valls presumido de las “procedencias diversas” de sus apoyos para alcanzar la alcaldía de la ciudad y recuperar el “empuje” de una ciudad que considera que ha empeorado en la última década debido al “aumento de la inseguridad”, “huida de empresas” o la “recesión económica”. A su juicio, el gobierno de Ada Colau ha puesto el Ayuntamiento no al servicio de su mejora, sino de causas que la han perjudicado “como el procés”.
“Los populismos y los nacionalismos son cada vez más fuertes y representan un peligro para la democracia y la libertad”, ha proclamado. Desde que lanzó su campaña, Manuel Valls se presenta como un alcaldable moderado y garante del orden frente al independentismo y a los ‘comuns’. “Estamos sufriendo a políticos que fomentan la división, no hemos de permitir que Barcelona acabe contaminada por una ola de irresponsabilidad, hay que parar esta deriva”, ha exclamado.
Para hacerlo, vuelto a destacar algunas de las líneas generales de un programa todavía por desarrollar. Ha prometido mejorar las políticas de vivienda para ampliar el parque de pisos públicos, para los carriles bici, o “reducir los vehículos contaminantes al tiempo que se mejora el transporte público”, pero todavía no ha presentado propuestas concretas para lograrlo. Una de las que ha lanzado, muy celebrada, ha sido la de aumentar las luces de Navidad, que los comerciantes denuncian que se han reducido durante el mandato de Barcelona en Comú.
Extrema derecha e independentismo
Valls no ha rehuido el que hasta ahora es uno de los temas más incómodos para su candidatura, el posible pacto de Ciudadanos y PP con Vox en Andalucía, y lo ha hecho para equiparar al partido ultra con los independentistas. “Los que quieren líneas rojas con la extrema derecha deben ser claros con los que salen del marco de la Constitución, es fácil pedirlas en Andalucía y luego aquí estar al lado de los que no respetan a los demás”, ha expresado.
En este sentido, ha puesto como ejemplo de la intolerancia de sectores independentistas el intento de boicot que recibió en su acto en el Raval. Y de cara al 21 de diciembre, cuando se celebra el Consejo de Ministras en Barcelona, ha advertido “con la máxima claridad” que “no se puede permitir ningún ataque a las instituciones de nuestro sistema constitucional o a la libertad de los catalanes y españoles”.