Jornada clave en el juicio contra siete hombres acusados de violar a una menor de 14 años en Manresa (Barcelona). Este lunes han declarado la víctima y tres testigos que estaban en la misma fábrica donde se habría cometido la agresión sexual. La joven, que ahora tiene 17 años, ha explicado que sus recuerdos de aquella noche son confusos, ya que los acusados le hicieron beber mucho alcohol. No obstante, ha reconocido a tres de los procesados como los hombres que la violaron, y de otro ha afirmado que la “obligó a enrollarse” con una amiga.
La Fiscalía acusa a seis de los hombres, que ya eran mayores de edad en el momento de los hechos, de abuso sexual. La calificación jurídica tiene más números de cambiar a agresión sexual, ya que en varias preguntas la fiscal ha preguntado a la menor si se sintió “intimidada” por el grupo de hombres, a lo que la víctima ha respondido afirmativamente sin dudar.
Y es que, además de ser siete adultos frente a un menor, la víctima ha explicado que uno de los acusados llevaba una pistola de aire comprimido durante la fiesta anterior a la presunta violación, lo que hizo aumentar su “miedo”. La chica no ha vinculado la pistola con amenazas directas de los acusados, si bien sí ha precisado que antes de violarla los acusados estuvieron exhibiendo el arma, que se pasaban entre ellos simulando estar cargándola.
De los siete acusados, seis lo están por violar por turnos a la menor en una caseta de una fábrica abandonada de Manresa durante una fiesta mientras el otro se masturbaba. La menor ha afirmado que solo tiene “flashes” de aquella noche, pero sí ha reconocido a tres de los acusados como autores de la violación. Además, la joven, que ha comparecido protegida por una mampara para que no entrara en contacto visual con los acusados, ha recordado que en la caseta había “varia gente haciéndose pajas”.
“Me empezaron a hacer cubatas y ya no recuerdo mucho más”, ha rememorado la chica, que ha explicado que fue su amiga quien le explicó que había sido violada, por turnos, por seis de los acusados en una caseta adjunta a la fábrica abandonada adonde acudió a una fiesta de Halloween junto a otros menores. Su amiga le contó que los seis acusados la violaron mientras ella estaba en el suelo “llorando”, aunque la víctima solo ha recordado fugazmente tres situaciones, en una de las cuales sitúa a uno de los procesados penetrándola mientras otros se masturbaban a su alrededor.
Tras la víctima, ha sido el turno de su amiga. Menos nerviosa que la víctima, pero igualmente emocionada, la joven ha relatado que cuando entró en la caseta vio a uno de los acusados “encima” de la menor y que estaba “penetrándola”. La amiga ha incriminado a uno de los acusados que también había señalado la víctima.
“No sabía ni dónde estaba”
“No sabía ni dónde estaba”, ha dicho sobre la víctima en el momento de la agresión. Según el relato de esta testigo, los acusados le daban más bebida dentro de la caseta mientras la violaban por turnos. Asimismo, la amiga de la víctima ha contado que vio a dos de los acusados poniendo el pene en la cara de la menor, mientras el resto estaba masturbándose.
En el momento más tenso de su declaración, ante la insistencia de un abogado de la defensa, la testigo ha explicado entre lágrimas los cambios en su versión por las “amenazas” de uno de los acusados, del que ha dicho que “quería tirar en el río” a la víctima tras violarla y que, al día siguiente de los hechos, la conminó a no explicar nada a los Mossos en estos términos: “Tu padre 30 años no aguanta vivo y yo algún día saldré de la cárcel”.
El tercer testigo de la jornada, otro menor que estaba en la fiesta, ha avalado que el primer acusado de violar a la menor fijara en 15 minutos el tiempo para que el resto de acusados forzaran a la joven. De hecho, ha revelado que él se negó a mantener relaciones con la menor después de que se lo indicara el primer acusado. Al entrar en la caseta, ha indicado que pudo ver a la joven boca abajo, con las piernas abiertas y a uno de los acusados –que también ha recordado la menor– violándola.
“Primero ella decía 'para que me duele', pero después estaba como en un coma inducido”, ha aseverado el joven, que ha sido el único testigo de la vista de este lunes que no vio la pistola. Por contra, el último testigo de este lunes sí vio a uno de los acusados con la pistola, pero no vio “amenazar a nadie” con la misma.
El testigo también ha explicado que recibió amenazas de uno de los acusados, al igual que la amiga de la menor. “Me dijo que tendría problemas si contaba algo y que levantaría a gente de Manresa”, expresión que ha vinculado con asesinar a testigos de lo sucedido. El juicio continuará el viernes.