Los votantes de Junts superan a los del PP en el rechazo a la inmigración, según una encuesta

El votante de Junts está cada vez más escorado a posiciones contrarias a la inmigración, hasta el punto de que sólo lo superan los partidarios de Vox y Aliança Catalana, según el sondeo anual del Institut de Ciències Polítiques y Socials de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), realizado a partir de 1.200 entrevistas.
La irrupción del partido ultra Aliança Catalana (AC) está arrastrando a los partidarios de Junts hacia posturas cada vez más duras contra los migrantes, hasta el punto de que este año los votantes del partido de Puigdemont han superado a los del PP en el rechazo a la llegada de extranjeros.
Si en 2023 el 48,3% de los votantes de Junts se mostraron a favor de limitar la entrada de inmigrantes, en 2024 el porcentaje ha subido hasta el 67,4%, casi 20 puntos porcentuales. El 100% de los votantes de AC y el 85,7% de los de Vox defienden esta postura.
Prácticamente ningún espectro ideológico se libra de estas posturas contrarias a la inmigración. Un 17,2% de los votantes de la CUP y un 20,6% de partidarios de los Comuns afirman querer limitar la llegada de migrantes. En otros partidos de izquierda como ERC y PSC, los porcentajes aumentan al 43,2 y 50,2% respectivamente.
Sigue empeorando, también, la actitud de la ciudadanía ante la política. En 20 años, el porcentaje que asegura que le aburre, le genera desconfianza, irritación o frustración se ha casi doblado. Si en 2005 fueron poco más del 40% los que hicieron esta afirmación, dos décadas después el porcentaje llega casi al 80%. Los que muestran entusiasmo, compromiso o interés van a la baja: del 35% en 2005 a menos del 20% de los entrevistados.
Jóvenes cada vez más conservadores y menos democráticos
Los hombres jóvenes, de entre 18 y 24 años, están cada vez más escorados a posiciones conservadoras y, desde la irrupción del movimiento MeToo en 2016, están más distanciados de las mujeres en sus posiciones políticas.
En solo un año, el porcentaje de jóvenes que está de acuerdo con el concepto “feminismo” ha bajado casi 18 puntos porcentuales: del 57,7% en 2023 al 40% en 2024. Este descenso se percibe en todos los segmentos de edad, si bien entre los hombres de 18 a 24 años es donde hay más diferencia.
Prácticamente ningún joven entrevistado (un 2%) se definió como de extrema izquierda por un 8% de las mujeres. Ninguna de las 1200 entrevistadas, en cambio, se definió como de extrema derecha (un 4% de los jóvenes sí).
La mayoría de hombres (32%) se define de centro mientras que en el caso de las féminas la postura mayoritaria (28%) se traslada al centroizquierda. Los hombres de esta edad que se consideran de derechas duplican a las mujeres: un 13% respecto al 6%.
Este segmento de edad también es el que menos defiende la democracia como sistema político y sólo el 61,8% cree que es preferible a otra forma de gobierno. El 16,4% de los hombres jóvenes respondió que una dictadura podría ser preferible a una democracia y el 20% afirmó que a la gente como ellos tanto le da un régimen que otro. Solo el 29,1% respondió que vivir en una democracia era “extremadamente importante” para ellos.
En todos los otros segmentos de edad y género, más del 80% de los entrevistados defendió la democracia excepto las mujeres jóvenes, cuya defensa de nuestro sistema político se queda en el 73,1%.
Entre las respuestas a la encuesta, destaca la identificación de las noticias falsas como la principal amenaza a la democracia (83,7%) por delante de la extrema derecha (81,7%) y las desigualdades económicas (79,2%).
El independentismo sigue a la baja
El apoyo al independentismo sigue descendiendo y solo el 36,7% de los entrevistados se mostraron partidarios de una Catalunya independiente frente al 56,7% que prefieren que Catalunya forme parte de España. En los momentos álgidos del procés, el apoyo a un Estado independiente llegó a ser del 44,3%.
Los entrevistados que le daban “mucha importancia” a la independencia de Catalunya también siguen bajando: si en 2017 superaban el 40% ahora apenas superan el 20%.
Las esperanzas de cómo acabará el proceso independentista también han mutado: los que creen que se logrará la independencia suponen el 5% mientras los que creen que el procés acabará sin cambios están por encima del 40%.
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