Claves contra la despoblación: “Hay que poner el énfasis en el papel de los grupos de acción local”
Potenciar el papel de los grupos de acción local y los modelos de cabeceras comarcales para frenar la despoblación en Castilla-La Mancha. Esta es la propuesta de Ángel Raúl Ruiz Pulpón, profesor titular de Geografía Humana y director del Departamento de Geografía y Ordenación del Territorio de la Universidad de Castilla-La Mancha que ha dado a conocer durante su comparecencia en la Comisión de Despoblación de las Cortes Regionales.
“La despoblación es la pérdida efectiva de habitantes y el despoblamiento hace referencia a la pérdida física de ese enclave. Hay municipios que tienen ambos y otros que tienen solo uno. Esto es esencial, porque la característica del fenómeno es distinta. Despoblamiento ha habido siempre en Castilla-La Mancha. Si hablamos de despoblación es un fenómenos un poco más reciente”.
Según el profesor de la UCLM, si hablamos de despoblación hay que tener en cuenta lo que ha supuesto tener Madrid tan cerca “una aspiradora en cuanto a empleo y a la demanda de mano de obra”. Además ha recalcado que se trata de un fenómeno “muy complejo” que obedece a una realidad con muchos factores que están interviniendo.
En primer lugar, explica que hay que tener en cuenta que es un fenómeno demográfico. “El proceso de despoblamiento no se puede desligar del envejecimiento rural, de la masculinización rural, de la falta de nacimientos o de la creciente movilidad espacial. Mi recomendación es que la demografía tiene que formar parte de la agenda política de una forma activa”, asegura.
“El despoblamiento y la despoblación son fenómenos que tienen que ver con dinámicas territoriales propias, es decir, son consecuencia de un modelo de ocupación territorial. Cada territorio tiene unos síntomas Por ejemplo, el hecho de que un territorio tenga difícil accesibilidad, no tenga agua y el modelo de propiedad no sea directo, ahí la despoblación y el despoblamiento estarán más arraigados y por tanto será más difícil de revertir. Cada zona rural tiene unas capacidades de residencia para hacer frente a la despoblación o al despoblamiento distinta, porque parten de una herencia histórica distinta”, explica Ruíz Pulpón.
Para ello, el profesor de la UCLM ha hecho una serie de consideraciones de por dónde se puede intervenir en el territorio para revertir este problema, aunque aclara que el el despoblamiento es “estructural” en Castilla-La Mancha, “siempre ha sido una región dispersa lo que podemos hacer es intentar proponer medidas que intenten suavizar el problema pero el despoblamiento no tiene solución en Castilla-La Mancha porque somos una región dispersa”.
Por ello, su objetivo principal es establecer medidas con un objetivo y es que que cada persona que vive en el territorio castellanomanchego tiene que tener acceso a las infraestructuras básicas. Para ello, propone:
Un análisis en profundidad del proceso
Es necesario partir del análisis en profundidad del proceso. “Si no se tiene un buen diagnóstico no va a ver una solución inteligente. En términos de despoblamiento con la densidad, y cuando se habla de despoblación con el tema de cómo es el crecimiento real, entre una población de partida y una población final en un determinado periodo de tiempo. Son necesarios estos diagnósticos porque en la futura política de cohesión de la Unión Europea la despoblación es un tema estrella”.
Tener en cuenta lo que dice la Unión Europea
Para intentar paliar problemas de despoblación y despoblamiento hay que tener en cuenta lo que dice la Unión Europea. “Proponemos que existan en Castilla-La Mancha cabeceras comarcarles, centros que reúnan o aúnen los servicios básicos para garantizar que nadie esté a más de media hora de un servicio básico. Y eso lo propone la Unión Europea. Por tanto, vamos a intentar potenciar modelos de cabeceras comarcales para intentar garantizar que todos los habitantes de Castilla-La Mancha tengan un servicio básico cerca”.
Potenciar los grupos de acción local
Además propone tener en cuenta dos cuestiones sobre las que han incidido distintas instituciones: la diversificación de la economía local, y la calidad de vida del medio rural. “Son dos cuestiones importantes y para garantizarlas hay que poner el énfasis en el papel que están desarrollando los grupos de acción local dentro de Castilla-La Mancha. Necesitamos una apuesta mucho más firme sobre grupos de acción local que tienen una metodología de trabajo ascendente. Es un error proponer soluciones de arriba a abajo, sino que tiene que ser la propia población local. Vamos a intentar reforzar el papel de desarrollo rural en los pueblos, y todas aquellas iniciativas que han funcionado vamos a volverlas a repetir”.
Mejorar la percepción del medio rural
Por último recomienda mejorar la percepción que tenemos del medio rural. “Incluso me atrevería a proponer crear un Día del Orgullo Rural. Yo vivo en un pueblo y estoy muy contento si tengo los servicios básicos garantizados. Reivindiquemos que vivir en un pueblo da mucha calidad de vida y se vive muy bien. Ante la imagen peyorativa del paleto del pueblo de los años 60 ahora tenemos otra imagen que vivir en un pueblo te da calidad de vida. Reforcemos esa identidad”, concluye.
“La despoblación y el despoblamiento pueden afectar a cualquier municipio de la región”
Por su parte, el catedrático del Departamento de Tecnologías y Sistemas de la Información de la UCLM, Francisco Ruiz, ha asegurado que la despoblación y el despoblamiento pueden afectar a cualquier municipio de la región, no solo a los rurales, pues, ha detallado que, en el caso de Puertollano, Talavera de la Reina y Tomelloso han llegado a perder hasta un 9%.
Para ejemplificar las “contradicciones” ha hablado de la provincia Guadalajara: aunque ha ganado en los últimos años 96.000 habitantes esconde realidades enfrentadas, pues si la población en la zona del Corredor del Henares ha subido un 90 por ciento, el resto de la de provincia con una densidad de 3 habitantes por kilómetro cuadrado, ha perdido un 24.
Mientras, el catedrático de Hacienda Pública de la UCLM, Juan José Rubio, ha reclamado una estrategia nacional de lucha contra la despoblación, en la que participen todas las administraciones, incluso la europea, que conlleve el diseño competencial claro de responsabilidades y el diseño de un mapa de zonas de prioridad demográfica, con áreas de riesgo extremo, alto y medio.
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