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PSOE y Podemos cumplen un año de gobierno en Castilla-La Mancha: hacia un nuevo “ciclo político estatal”

Reunión entre García-Page y García Molina

Alicia Avilés Pozo

Hace justo un año que Castilla-La Mancha se convirtió en la primera comunidad autónoma de España donde PSOE y Podemos pactaban un gobierno de coalición. Ese 10 de agosto puso fin a una crisis a mitad de legislatura que venía derivada de la no aprobación de los presupuestos autonómicos y del “incumplimiento” de los acuerdos de investidura que el Ejecutivo de García-Page había pactado con la formación morada. Pasaron a formar parte de la Junta el secretario general de Podemos Castilla-La Mancha, José García Molina, como vicepresidente segundo; e Inmaculada Herranz, como consejera encargada del Plan de Garantías Ciudadanas (‘Plan Podemos’).

Con ello, se salvaron las cuentas públicas y se inauguró una nueva etapa que ha querido servir de ejemplo para ‘exportar’ este pacto a la Moncloa.  Mientras, no obstante, ha cambiado el Ejecutivo estatal, Pedro Sánchez es nuevo presidente en minoría y no se atisban acuerdos de gobierno con la formación morada.

Este contexto no ha impedido que desde Podemos Castilla-La Mancha sigan confiando en esa posibilidad. El vicepresidente segundo, José García Molina, explica a eldiarioclm.es que ha sido un año de intenso trabajo en el que “se ha perfilado el núcleo de las apuestas centrales del partido”: el ‘Plan Podemos’ -ahora articulado en el anteproyecto de Ley de Garantía de Rentas y Garantías Ciudadanas- y el anteproyecto de Ley de Participación Ciudadana. “Son los ejes transversales de nuestra política de gobierno, que se materializarán antes de finalizar la actual legislatura”, subraya García Molina.

Por todo ello, opina que este pacto ha sentado las bases generales para “un cambio político e institucional”. “Estamos relativamente satisfechos de lo que podríamos denominar como ‘Efecto Podemos’, el cual la sociedad percibe evidentemente como muy positivo. Hemos demostrado que se puede gobernar, que somos una opción de gobierno creíble, que hace posible el cambio. Humildemente, creemos que desde Castilla-La Mancha hemos abierto camino a un nuevo ciclo político estatal”, remarca García Molina y por ello confía en que el Gobierno nacional “tome ejemplo” y asuma que “la mejor opción para generar estabilidad social es la cooperación entre diferentes por un objetivo común; el bienestar de la mayoría”.

También hace balance positivo el vicepresidente primero, el socialista José Luis Martínez Guijarro. Según afirma, la entrada de Podemos en el Gobierno castellano-manchego ha permitido que se consiguieran los “mejores” presupuestos autonómicos de los últimos años, “lo que ha permitido dar estabilidad” a la comunidad autónoma. “Esa estabilidad era necesaria para seguir y para profundizar en la reconstrucción económica y social de la región que es el objetivo principal del Gobierno de Emiliano García-Page”, alega, concluyendo que en los próximos meses, en lo que resta de legislatura, el Ejecutivo “seguirá trabajando en esa reconstrucción”. 

Se ha referido también a esta cuestión el presidente del Grupo Parlamentario Socialista, Rafael Esteban, quien ha asegurado que en el último año, Podemos “se ha convertido en un fiel reflexionador” de las necesidades y de las posibilidades que se pueden hacer dentro de un gobierno, pues ha precisado que “los problemas no son los mismos vistos desde fuera, cuando no se gobierna, a cuando se está dentro y tienes que tomar decisiones en un Consejo de Gobierno”. “Hasta ahora no hemos tenido controversia a la hora de poder ejecutar todas y cada una de las medidas que se han podido iniciar”, ha indicado.

En este año, tan solo una reunión de García Molina con Oriol Junqueras (antes de que fuera enviado a prisión) y el ‘gatillazo’ de la Ley de Mecenazgo ha dejado entrever, al menos de cara a la galería, algunas tensiones en el seno del Gobierno PSOE-Podemos. Esta última norma, una de las anunciadas por García-Page en varias ocasiones, no superó su trámite parlamentario tras no admitirse las enmiendas de la formación morada, que habían decaído en la Mesa de las Cortes por presentarse “fuera de plazo”. Fuentes parlamentarias han precisado a esta redacción que en ello también tuvo algo que ver la posición del diputado de Podemos David Llorente, de la corriente anticapitalista y crítico con la entrada de su partido en el Gobierno regional.

Precisamente, cuando se cumple un año del pacto, Llorente ha protagonizado un nuevo enfrentamiento con el Gobierno. Se inició después de que el presidente García-Page afirmara que la actitud de Podemos, a nivel nacional, absteniéndose en la relajación del objetivo de déficit entorpecía el desarrollo de la futura Ley de Garantías Ciudadanas, aún sin aprobar y piedra angular de la estrategia de Podemos. El parlamentario Llorente le espetó que su actitud, “bloqueando leyes y medidas” que para la formación morada son “fundamentales” e “irrenunciables”, es algo que “evidencia que no puede sostenerse la continuidad de Podemos en este Gobierno”.

La aritmética parlamentaria

La situación no es baladí, puesto que Podemos tan solo dispone de dos diputados en las Cortes, dos votos decisivos para sacar adelante cualquier proyecto de ley. En el corto plazo se encuentra el inicio de las negociaciones de los presupuestos castellano-manchegos de 2019 (si finalmente no se prorrogan los actuales) y la entrada en año electoral: Podemos aún debe realizar sus primarias -si las hubiera- para elegir su candidato a la Presidencia y seguir avanzando en la posible confluencia con Izquierda Unida.  

Por su parte, el PP ha aprovechado estas tensiones para arremeter contra la formación morada. El diputado del Grupo Parlamentario Popular Antonio Martínez les ha pedido que “dejen de hacer teatro” porque “o se es gobierno o se es oposición”, ha dicho.

“Los señores de Podemos están enfrascados en esa lucha interna y mostrando un paripé. No se puede estar poniendo una vela a dios y otra al diablo. O se es oposición o es gobierno. Los ciudadanos están hartos de ver que el Gobierno, de unos y de otros que al fin y al cabo son los mismos, no hace nada por solucionar sus verdaderos problemas”. Para los ‘populares’ no se pude decir que “sea un cumpleaños feliz”, en alusión a las declaraciones de Llorente, “que pidió un golpe de efecto porque el señor Page no está cumpliendo con sus compromisos”

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