El vídeo que se reproduce en este artículo lo dice todo. Diez horas y diez minutos de la mañana. Faltan unas dos horas para el pleno de la Diputación de Alicante. El portavoz del grupo provincial de Compromís, José Manuel Penalva, anuncia “un experimento”. Un intento de “pronosticar el futuro”. Vaticina, en concreto, que el presidente César Sánchez “hoy llegará tarde al pleno”, que era a las doce.
Y efectivamente, cuando llega el mediodía, la sesión comienza sin el presidente y alcalde de Calp. Le sustituye en la presidencia de la corporación el vicepresidente Eduardo Dolón, quien explica que Sánchez llegaría con retraso porque se había visto atrapado en “un atasco”. Compromís comunica que por ellos no hay problema en que el pleno comience más tarde para esperar a que llegue el presidente, “como se ha hecho otras veces”. Pero Dolón declina esa posibilidad.
Penalva ofrece también en el vídeo la explicación al porqué estaba tan seguro de acertar en su pronóstico: en sesión se había invertido el orden habitual de los plenos. Los asuntos relativos a Hacienda, que se debaten siempre al final, figuraban esta vez al inicio del orden del día. Y entre ellos había uno especialmente espinoso para Sánchez: aprobar un sobrecoste de 148.000 euros en las obras de las dos rotondas del acceso a Calp desde la N-332, que sufragó la Diputación a pesar de que las competencias en la carretera son del Estado.
Es, sin duda, el asunto más controvertido en torno a César Sánchez desde que arrancó la legislatura. Se trata de una subvención nominal o a dedo que la diputación, ya presidida por él mismo, le otorgó a Calp para financiar unas obras que, en parte, se materializan en terrenos que anteriormente el Ayuntamiento de Calp expropió a varios propietarios. Entre ellos, a la suegra del propio César Sánchez.
Desde que Compromís hizo pública esas supuestas irregularidades, el presidente provincial ha eludido en varias ocasiones votar o sancionar diferentes trámites relacionados con el proyecto, tanto como presidente de la diputación como en calidad de alcalde de Calp. Y esta vez ha sido un misterioso atasco el que lo ha librado de votar el sobrecoste generado en las obras.