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El Arenal Sound vuelve a empezar con quejas de aglomeración y malas formas

Más de 30.000 jóvenes llegaron el martes a Burriana, Castellón, para asistir el Arenal Sound aunque los grandes conciertos empiezan el jueves. Se trata del festival con más asistentes en todo el país por donde pasan más de 50.000 personas cada día de media, la mayoría postadolescentes que ahorran todo el año para su semana de música, sol y descontrol.

Por eso desde la noche del lunes al martes la fila era tan grande para acceder a la zona de acampada que la organización volvió un año más a adelantar la hora oficial y abrió en la medianoche, pese a haber anunciado la apertura para las 8 horas del martes.

A esa hora en cambio los espacios para acampar ya estaban abarrotándose, sobretodo los del Arenal, más cercanos a la zona de conciertos y la playa. En el Arenal Sound hay cinco zonas de cámping, dos en el área conocida como Arenal, otra mucho más grande en la Malvarrosa y dos glampings –cámpings más exclusivos–, uno en cada uno de los recintos. En total un espacio donde pueden acampar entre 35.000 y 40.000 personas según la organización. Pero el martes a mediodía ya habían acampado 30.000 y empezaron las primeras quejas. Una joven de 20 años que estudia en la Universidad de Granada y que había llegado con dos amigas desde Andalucía se quejaba a eldiario.es que aunque a las 3 de la madrugada les habían instado a dejar pasillos de seguridad, a las 8 de la mañana les despertó uno de los acomodadores del cámping para que movieran la tienda e hicieran espacio a los recién llegados. El resultado, unas tiendas están pegadas a otras sin espacio de paso.

“Estamos unas encima de otras y te puedes tropezar en cualquier cuerda, es una odisea para salir y entrar, pero imagínate que alguien se cae fumando. Se supone que están prohibidos los camping gases pero nosotras hemos visto más de uno. Como haya un incendio eso es una ratonera”, explica indignada la joven, que también ha grabado un video.

Asegura que a mediodía les pidieron que recogieran sillas y mesas de cámping, bajo amenaza de cortarles la pulsera si no lo hacían. “Los acomodadores te amenazan con cortarte la pulsera si no les haces caso, nos tratan como niños pequeños, al quejarnos nos han dicho que pongamos una hoja de reclamaciones pero, ¿para qué va a servir? La piscina está abarrotadísima y es el primer día, las colas en la barra pueden llegar una hora, esperamos al menos poder ver los conciertos que queremos”, se lamenta.

Desde la organización en cambio, asegura que está todo tranquilo y controlado. El responsable de prensa, Tomás Abril asegura que “se están respetando el aforo y las salidas y puertas de emergencia, tenemos a 30 personas controlando los campings en Arenal y a 40 en Malvarrosa que se encargan de acomodar a la gente para que no ocupe más espacio del que le corresponde y quepa todo el mundo; claro que no se puede llegar con un tienda de acampada para ocho si vas dos y plantar tus sillas y mesa, pero más allá de eso yo veo a todo el mundo disfrutando”.

El Arenal Sound reúne a 300.000 personas durante seis días y cada año recibe quejas por aglomeración y por una ausencia casi total de sombra. El año pasado suspendió tres conciertos por “problemas técnicos” que en los videos que grabaron los asistentes se veía una avalancha de gente saltándose los controles de seguridad para acceder a uno de los conciertos ante el aforo limitado.

En cambio este año volvió a agotar los abonos casi seis meses antes de la apertura. Su fórmula de éxito es convocar al público postadolescente con una receta de sol, playa, piscina y los artistas de moda en todos los géneros. Su eclecticismo musical cubre más de un centenar de grupos donde se puede encontrar des del reggaeton de Bad Bunny, el indie británico de The Vamps, la deslenguada hip hopera Azealia Banks, el triunfito Alfred o el dj californiano Steve Aoki.

La piscina, con un escenario enfrente, es uno de los lugares diurnos más concurridos del festival y que las televisiones no paran de retransmitir estos días con esa imagen de que no cabe nadie más. Hasta el jueves que abran los otros escenarios, es el único lugar donde bailar a ritmos de Djs famosos como Dope Sqvad o Albert Gonzalez.

En el mismo plano del festival que se anuncia en su propia web ya se marca un pasillo entre las zonas de acampada y los escenarios como “zona de tránsito” donde está “prohibido detenerse”, así como dos paradas de autobuses en las esquinas del recinto para acercar a los sounders desde las zonas de acampada más alejadas hasta los escenarios.

El jueves, día en el que comienzan los conciertos deo Dimitri Vegas & Like Mike, Steve Aoki, Azealia Bank, James Blunt o Bad Bunny se esperan hasta 60.000 personas. Abril asegura que este año tienen han mejorado la organización para evitar incidentes y que hay muchísimos auxiliares de seguridad, puestos informativos, atención sanitaria de la Cruz Roja y un punto violeta donde denunciar agresiones sexuales.