La Audiencia Nacional condena por blanqueo al cerebro del saqueo de la depuradora de Valencia, a un empresario y sus dos hijos
La Audiencia Nacional ha condenado al cerebro financiero del caso Emarsa, Jorge Ignacio Roca Samper -seis meses de prisión-, y al empresario Vicente Gil y sus dos hijos -Vicente y María Yolanda Gil Blay- (un año) por un delito de blanqueo de capitales al usar una empresa de abanicos para pagar las mordidas de la trama que saqueó las arcas de la depuradora de Pinedo (Valencia) a través de Andorra. Deberán abonar alrededor de un millón de euros.
El auto llega un año después de la condena a prisión de los responsables del expolio de las arcas públicas valencianas, una sentencia que está recurrida ante el Tribunal Supremo.
Los acusados reconocieron el entramado empresarial utilizado para blanquear alrededor de un millón de euros procedentes de la empresa pública que gestionaba la depuradora valenciana. El reconocimiento de los hechos y la colaboración con la Justicia -concurre el atenuante de “confesión tardía” en el caso de Roca Samper- ha posibilitado para que la Fiscalía rebaje considerablemente la petición inicial de cinco años de prisión.
La Generalitat Valenciana logra recuperar gracias a la resolución de la Audiencia Nacional 913.568,50 euros (los acusados también tendrán que hacerse cargo de las costas procesales) de los más de 23 que fueron saqueados en la empresa pública. Este cerca de un millón de euros se repartirá entre las dos empresas públicas de saneamiento de agua: la Epsar, propiedad de la Generalitat Valenciana (55%), y la Emshi, sucesora de la antigua Emarsa (45%).
El director general de Relaciones con las Cortes, Antonio Torres, de quien depende la recuperación del dinero público de la corrupción, ha explicado que desde el Consell van a poder todos los medios necesarios para recuperar “hasta el último céntimo del dinero que fue saqueado de las conselleries, las empresas públicas y las fundaciones valencianas durante la corrupta etapa de Gobierno del Partido Popular”.
Modus operandi
Modus operandiLa sentencia acredita como probado el modus operandi del caso, según el cual, los responsables de Emarsa “diseñaron y ejecutaron de manera continuada un plan con la finalidad de obtener todos ellos un beneficio patrimonial ilícito a costa de los fondos de los que Emarsa disponía para el ejercicio de su actividad”.
En el caso de Roca Samper, participó en este plan con cuatro empresas Etwas Eigentlich SL, Erwinin SL, Zonday Investments SL y Printergreen SL. Según recoge la sentencia, estas empresas “fueron interpuestas en la cadena de facturación de lodos y desbastes entre 2005 y 2010 para incrementar artificiosamente el valor de los trabajos realizados, de tal forma que Emarsa abonó finalmente a las citadas empresas, por la gestión de lodos y desbastes, una cifra que en cualquier caso superaba en diez millones de euros lo que costaba el servicio que efectivamente le era prestado”.
La mecánica para realizar el blanqueo, según la resolución, “era siempre la misma”: los fondos públicos se recibían en una cuenta de Printergreen SL, “estos eran traspasados en una parte muy considerable y en un intervalo muy corto de tiempo a una empresa denominada Walnut Grove LTD”, constituida por Roca Samper en Malta.
“El siguiente paso consistía en transferir la práctica totalidad de estos fondos a cuentas de las que disponía el imputado en entidades bancarias andorranas, titularidad de dos empresas extranjeras que fueron adquiridas por este a principios del año 2009, Acte SL y Hesse Darmstadt Inc”, señala la sentencia. Una vez completado este paso, el dinero se reintegraba en efectivo, en parte a Roca Samper, y en parte a Gil Usedo y sus hijos, para su posterior traslado hasta la Comunitat Valenciana.
Mediante este sistema, la sentencia considera probado que Roca Samper realizó movimientos de dinero público obtenido de Emarsa en nueve ocasiones entre agosto de 2009 y noviembre de 2010. Todos los ingresos que recibían las empresas españolas de Roca Samper por parte de Emarsa superaban los 100.000 euros.