Bankia canjeó preferentes por acciones a pesar de sus “cuentas falseadas”
Un juez de primera instancia ha condenado a Bankia a devolver 90.000 euros más intereses a una anciana sin formación a la que colocó obligaciones subordinadas que luego fueron canjeadas “sin otra alternativa” por acciones de la entidad, que “falseó sus cuentas anuales”.
El fallo considera probado que la demandante, “de 72 años, sin estudios, de profesión ama de casa, de nula formación financiera y de perfil conservador”, contrató 90 obligaciones subordinadas en 2009 animada por Bancaja, ahora integrada en Bankia.
“Lo hizo prestando un consentimiento viciado por error sobre los riesgos de dicho producto”, ya que el banco no le sometió a varios de los tests legalmente necesarios. Además, firmó “la documentación sin leer ni entender”. La mujer, representada por el abogado Javier Andani, entró a Bancaja pidiendo un producto como el plazo fijo o similar y salió con las subordinadas. Las subordinadas, muy básicamente, son un producto similar a las preferentes pero con fecha de caducidad.
Con la debacle en los mercados y el hundimiento de las subordinadas de Bancaja, que, contra las promesas de la entidad, no podían ser vendidas para obtener liquidez, Bankia decidió canjear ese instrumento financiero por acciones del banco. El juez también considera ilegal ese cambio.
Primero, lanza un varapalo a la salida a bolsa de la entidad entonces dirigida por Rodrigo Rato. “Bankia falseó sus cuentas anuales, pues perdió 2979 millones de euros en 2011 y publicó beneficios de 309 millones(…). Este punto es esencial, porque la situación financiera patrimonial de una empresa es la que anima a los inversores a confiar e invertir en ella su dinero”.
Después, anula el canje, porque fue forzado y consecuencia de un contrato –el de las subordinadas- ilegal. “Si el canje fue la única posibilidad que se le ofreció de no perder la inversión a riesgo de quedarse con un producto que no producía rentabilidad ni podía colocar en el mercado a precio razonable, nos parece evidente que dicho canje no pudo tener la virtualidad de confirmar el contrato viciado por error”.
El expresidente de Bancaja, José Luis Olivas, que cobró más de 600.000 euros en 2011, negó en la Audiencia Nacional cualquier responsabilidad en el hundimiento del banco.