Rita Barberá, exalcaldesa de Valencia y diputada en el parlamento valenciano, ha sido sometida a un duro interrogatorio por varios miembros de Les Corts Valencianes en el examen de idoneidad previsto por la norma autonómica para los senadores elegidos por designación de los representantes de la cámara regional.
Clara Tirado, del PSPV-PSOE, se ha felicitado del examen al que ha sido sometido Barberá. Con su marcha al Senado toda España conocerá “de primera mano quién es el PP valenciano”, al que representa “a la perfección”, ha dicho.
Antonio Estañ, de Podemos, ha tirado de ironía. Es una “gran candidata”, pues no hay nadie que “personifique” mejor el imaginario que los ciudadanos tienen del Senado. El diputado por Alicante le ha recordado los contratos del Ayuntamiento con Nóos, que hicieron dimitir al vicealcalde, y la organización de la Fórmula 1 en Valencia, por la que ha sido llamada a declarar en calidad de testigo. Mireia Mollà, de Compromís, ha sacado de sus casillas a Barberá.
La ha acusado de falta de “cultura democrática”. Y ahí, Barberá ha estallado. Ha acusado a la diputada y concejal en Elche de pretender ser “una alevín de diablesa”. “Más sabe el diablo por viejo que por diablo”, ha añadido, al tiempo que defendía sus credenciales para el senado. Mi “grado de compromiso” con la Comunitat Valenciana es “total” como se ha demostrado durante más de 32 años en política, 24 de ellos como alcaldesa.
Barberá, que acusa a Compromís de partido radical, ha mostrado, para reforzar su argumento, una foto en la que el entonces asesor del partido valencianista -ahora concejal, Giuseppe Grezzi- aparecía como el azote de la alcaldesa. Grezzi fue expulsado de un pleno municipal pero la justicia le dio la razón.
El 'examen-trampa' al que se ha sometido Barberá, Alberto Fabra, expresidente de la Generalitat, y el resto de senadores elegidos por Les Corts Valencianes (dos del PP y uno del PSOE, Compromís, Ciudadanos y Podemos) tiene origen en una norma creada por el PP en 2010.
Un poco antes, los populares, en una decisión sin precedentes, bloquearon durante seis meses la elección como senadora territorial de Leire Pajín, exsecretaria de organización del PSOE y exministra de Sanidad. El argumento principal de la norma fue el de la idoneidad para representar a los valencianos, que, desde 2010, y por decisión en solitario del PP, debe ser consultada -no tiene carácter vinculante- a los diputados autonómicos.