Despedimos el año Blasco que celebra el 150 aniversario de su nacimiento. El mes de enero siempre ha estado muy relacionado con el escritor. Nacido bajo el sigo de acuario el mar será una constante en su vida, marinero hubiese querido ser pero las musas dispusieron para él otro camino.
Nació “oficialmente” el 29 de enero de 1867, pero fue un error de inscripción, pues Vicente Antonio Juan Blasco Ibáñez vino al mundo, un día antes, el lunes 28 en Valencia. El azar quiso que falleciera el mismo día pero 61 años después en 1928. Esta vez en sábado, exiliado en su refugio de Mentón en la costa azul francesa. Como si la obra de un gran hombre, anticlerical por naturaleza y republicano de convicción, hubiese cumplido su travesía vital.
En esos años de vida muchas fueron las aventuras y empresas de un hombre de acción, hijo de emigrantes aragoneses que llegó a la cota de popularidad más alta de su época. En 1924 la gran Revista Internacional del libro, de Nueva York, abrió un concurso entre lectores de habla inglesa para que éstos votaran a los “diez primeros escritores”. El primer lugar lo alcanzó H.G. Wells. El segundo puesto le fue otorgado a Blasco Ibáñez.
No fue fácil llegar hasta allí, según sus propios testimonios pasó un tercio de su vida encarcelado por sus ideas políticas, algo que parece de rabiosa actualidad y es que el tiempo pasa pero la historia se repite una y otra vez como un bucle del que la humanidad no consigue escapar.
Repasar la vida de Blasco es revisar la historia olvidada y soterrada de la España antes de la dictadura, cuando los ideales de la república de abrían paso frente a la corrupción del sistema monárquico borbónico.
Muchas mentiras y calumnias se vertieron sobre su figura, que el tiempo, poco a poco, va borrando gracias a los estudios que año a año descubren nuevas verdades sobre este inquieto visionario.
Todo esto lo he podido corroborar en el documental titulado “Blasco” que he dirigido en 2017 y es que este personaje universal de nuestra cultura todavía está fuera de la agenda valenciana. Pero no todo está perdido. En su estreno en el Festival Mostra Viva del Mediterrani el público abarrotó la sala de proyección, y es que a pesar de todo lo sucedido y el tiempo transcurrido el interés sobre Blasco Ibáñez sigue vivo en el recuerdo de la gente.
El gran reto es acercar la obra de este gran escritor a los estudiantes de la comunidad que le vio nacer. Ha de ser para ellos y ellas algo más que una avenida. No en vano, la presentación en el cine de Hollywood de Greta Garbo fue para protagonizar The Torrent (1926), la adaptación de “Entre naranjos”. Garbo interpreta a Leonora, una humilde huertana de Alzira que llega a estrella internacional. No ha habido campaña mejor para lanzar la naranja valenciana.
Así es Blasco que cuando lo descubres, sólo quieres más.
*César Marí Soucase, profesor asociado del Departamento de Derecho Constitucional, Ciencia Política y de la Administración de la Universitat de València. Director del documental “Blasco” (2017).