La primera fase de las intervenciones en la iglesia de los Jesuitas de València, que comenzó en mayo de 2020 y estaba orientada a solucionar los principales problemas del edificio, ha finalizado. Se trata de unas actuaciones que han permitido restaurar terrazas colaterales, la cubierta principal del templo y recuperar las pinturas de la nave colateral este, entre otras acciones.
El proyecto de restauración se encuentra ahora a la espera del comienzo de la siguiente fase de intervención, en la que se levantarán las baldosas hidráulicas para instalar suelo radiante en toda la nave principal. Este sistema de climatización “ofrecerá una mayor comodidad al público de los diferentes eventos, culturales o de culto, que acogerá el edificio”. La nueva instalación, explican, se cubrirá con las baldosas originales, que solo serán sustituidas, en caso de rotura, por otras idénticas.
Los trabajos del suelo tienen un plazo aproximado de ocho meses pero, según comentan, su ejecución dependerá de la financiación disponible para ponerlos en marcha. El coste total de la obra se ha calculado en unos 3.500.000 euros, una cantidad que se busca cubrir con la aportación de donantes, mecenas o patrocinios.
Hallazgos durante la primera fase de la restauración
La primera fase de la restauración de esta iglesia de estilo neobizantino, que se encuentra en el antiguo Colegio de San José, también ha servido para poner al descubierto algunos hallazgos, como el emplazamiento de la antigua escalera de acceso al coro. La nave colateral este “ha recuperado el esplendor original del año 1916, fecha en la que finalizó su construcción”. Las pinturas de los muros y arcos “vuelven a deslumbrar al visitante, así como las capillas restauradas de ese lado del templo”.
La pandemia de la COVID-19 ha obligado a tomar numerosas medidas de prevención, “aunque los plazos de ejecución se han respetado”, señala Xavier Laumain, arquitecto autor del proyecto de restauración y director de los trabajos. La finalización de la fase de urgencia ha permitido reanudar la actividad en el templo.
Los trabajos efectuados han hallado dos elementos inesperados. Tras levantar los forjados de las terrazas se destapó la decoración original del antiguo colateral. Además, se localizó el emplazamiento de la primera escalera de acceso al coro. Estos descubrimientos “abren una nueva ventana a la historia del monumento”, considera Laumain.