“El gobierno valenciano piensa mucho pero toma pocas medidas concretas”

Antonio Montiel (Jaén, 1958) ha sido sindicalista en la Ford, empresario, secretario de Ayuntamiento, activista de referencia en varias causas populares -la última, una iniciativa legislativa para reabrir Canal 9- y hasta profesor de Derecho en la Universidad de Valencia. Padre de dos gemelos de seis años, ahora se dedica en exclusiva a la política: es el secretario general de Podemos en la Comunitat Valenciana y portavoz en las Corts Valencianes del partido, que apoya desde el parlamento autonómico el gobierno valenciano formado por PSPV y Compromís.

Recibe a eldiario.es en medio de las negociaciones para que Compromís, Podemos y EU concurran unidos a las elecciones para el parlamento y tras el fallido intento de Ximo Puig, el presidente valenciano, de incluir al PSOE en un pacto de ese estilo para el Senado, la 'entesa'.

Pregunta: “Gobierno a la valenciana”, “acuerdos a la valenciana....”.Gobierno a la valenciana

Respuesta: Es positivo que la Comunidad Valenciana esté a la vanguardia en los cambios sociales y políticos y no sea señalada por la corrupción y el despilfarro, pero prefiero hablar, antes que de ese mitificado 'gobierno a la valenciana' del Acord del Botànic, que representa la capacidad para tomarle el pulso a la sociedad, romper el bipartidismo y poner el diálogo y el sentido común por encima del partidismo.

El PSOE finalmente no estará en el frente valenciano de izquierdas para el Senado. ¿Qué responsabilidad tiene Podemos en esto?

El PSOE está en una encrucijada histórica. Un partido que se define como federalista y tiene organización federal debe predicar con el ejemplo. Ferraz tuvo miedo al acuerdo valenciano por si se contagiaba a otros territorios, sin tener en cuenta la peculiaridad de cada uno de ellos. Además, han tenido prevención en permitir el camino lógico de las autonomías: la evolución hacia un modelo federal. Han tenido miedo de asumir la realidad social, que cambió con el 15-M, y afrontar las reformas constitucionales necesarias. Cuando Pablo Iglesias propuso extender el acuerdo valenciano con el PSOE a toda España buscaba explorar fórmulas comunes, no poner en jaque al PSOE.

¿Como va el Acord del Botànic?

En la segunda mitad de 2016 trabajaremos en actualizar el pacto y vincularlo estrechamente a los presupuestos de la Generalitat de 2017, cuya elaboración, cuya ambición, tiene que ser muy diferente. Ahora hay más información y experiencia de gestión. Esperemos tener, para entonces, un gobierno de cambio en Madrid. Tras las medidas de urgencia, este Consell tiene que empezar la transformación.

¿Entrará en breve Podemos en el Consell, actualmente formado por el PSPV-PSOE y Compromís?

Ahora estamos en el impulso del Acord del Botànic.

¿Que mejoraría de la gestión del Consell?

Se debe ser más decidido en economía y empleo, hay que revisar políticas en sanidad, se deben afrontar los problemas con otra perspectiva: está resultando difícil trasladar los acuerdos a hechos concretos. En ese sentido, se debe hacer un plan estratético de eficiencia administrativa: la administración aún no es eficiente. Mucha reflexión, ideas o debates pero pocas medidas concretas, donde no hay novedades respecto al pasado.

¿Y que destacaría de su trabajo?

En Podemos estamos muy satisfechos por la interlocución construida con la sociedad civil e intentamos trasladar muchas de sus demandas al ejecutivo. También de la agencia contra el fraude y la corrupción, aunque la lentitud habitual de la administración y del procedimiento parlamentario nos desanima en ocasiones.

El Tribunal Constitucional ha tumbado una ley valenciana, el Senado quiere quitar uno de sus representantes a las Corts Valencianes, la reforma del sistema de financiación parece lejana. ¿Hay una ofensiva centralista?

Si, algo así. Creo que Madrid y la España centralista está levantando muros para protegerse de una realidad que no entienden, el federalismo cooperativo, que colabora y no busca generar tensión. El establishment cree que el Estado funciona porque funciona la cabeza (Madrid) y otros pensamos que funciona cuando todas las partes del cuerpo trabajan en armonía.

Usted lidera el trabajo de las Corts Valencianes para recuperar Canal 9. ¿En qué punto se está?

Ya tenemos un borrador de ley que se ha hecho en base a las mejores legislaciones y experiencias cercanas. La ley se podría debatir y aprobar, probablemente, entre mayo y junio. En julio y agosto se constituirá el consejo rector y elegiría director general. No puedo dar una fecha de reapertura, pero mi compromiso siempre fue que no se llegara al tercer aniversario del cierre (será el 29 de noviembre de 2016) sin que todo esté encaminado para la recuperación del servicio.

Se ha hablado de una televisión de 800 personas. ¿Es viable, con los problemas económicos de la Generalitat y la reivindicación de más dinero a Madrid?

El número exacto nadie lo sabe. Siempre he sido claro con los extrabajadores. Una cosa es respetar sus derechos, maltratados injustamente por una represalia política, pero la gente no podría volver nunca en ese número, los que vuelvan deberán hacer pruebas y  ajustarse a un nuevo modelo, el de plataforma multimedia. Todo apunta a que en una televisión moderna el número de trabajadores será sensiblemente más reducido. Los extrabajadores entienden que no se puede volver con la mentalidad de recuperar mi mesa, mi ordenador y mi sueldo, entre otras cosas, porque la empresa y las condiciones económicas serán diferentes. Hay que recuperar a los mejores y contratar jóvenes preparados para los nuevos puestos.

¿Han perdido fuerza las bases de Podemos, los círculos?

No. Viajo por toda la Comunidad Valenciana y mi sensación en la contraria. Es verdad que hemos crecido mucho y el traje se nos ha quedado pequeño. En eso estamos, como en construir un partido federal y mejorar la comunicación entre la dirección y la militancia, pero nuestro pulso es bueno, aunque pueda haber desilusión en algunos círculos. Aún me sorprendo cuando me encuentro con gente que se acaba de subir al tren de Podemos.

Las confluencias en las que participó Podemos en las elecciones municipales tienen algunos problemas en Alicante, Castellón y Valencia. ¿Ha funcionado la fórmula?AlicanteValencia

Son partidos instrumentrales que cumplieron su papel de impulsar gobiernos de cambio. El problema viene después: en su funcionamiento diario. Yo, por lo general, no repetiría la fórmula. Creo que Podemos estará en las próximas elecciones locales.